La cena navideña es una ocasión especial donde los miembros más talentosos de la familia en materia culinaria aportan su plato insignia: chanchito al horno, tamales, arroz silvestre, pavo relleno entre otras recetas deliciosas propias de la nuestra rica gastronomía. Pero hay opciones bajas en grasa para tener una cena navideña saludable sin renunciar a los sabores de siempre. Unos pocos cambios en el método de preparación puede hacer una gran diferencia en tu salud.

El pavo

La carne de pavo es una de las más saludables. Cuando se prepara seco, sin grasa ni añadidos dulces, es perfecto para seguir un plan de alimentación sano. En el caso del pavo de Navidad, evita rellenarlo con confites, carnes demasiado condimentadas o tocino. Hacerlo al horno es una excelente opción pero ¡cuidado con la piel! Allí es donde se concentra mayormente la grasa.

La carne de cerdo magra

Otra carne muy saludable aunque con mala prensa es la carne de cerdo. Cuando es magra, es decir sin grasa, es una excelente fuente de proteína animal. Al cocinarla al horno o a la parrilla, habiéndole quitado toda la grasa, quedará una pieza excelente para la salud sin sacrificar el disfrute del tradicional chanchito de Navidad.

El camote

Este vegetal es una excelente fuente de proteínas, de hecho aporta más que la papa, la yuca y el arroz. También es fuente de aminoácidos, calcio y vitaminas¹. Su sabor ligeramente dulce lo hace perfecto para balancear la condimentada cena navideña. Elígelo por encima de otras opciones menos saludables y, esto es muy importante, no le agregues azúcar ni cuando lo hiervas ni al convertirlo en puré. De este modo lo mantendrás más natural, por lo tanto, más sano.

Ensalada fresca

Si la cena navideña es tu responsabilidad, elige incorporar ensaladas frescas como una opción para balancear el exceso de grasa de otras opciones. Decántate por ensaladas crudas, poco aderezadas, sin mayonesas ni cremas. Son ideales las que combinan hojas verdes con frutas dulces ya que aportan un toque exótico a tu cena navideña.

Arroz integral o quinoa

No dejes que el acompañante sea el problema. Cambia el tradicional arroz blanco por una versión integral o por la siempre saludable quinoa. Seguirás aportando los carbohidratos necesarios para tener una cena balanceada pero adaptados a un estilo de vida más sano. Evita usar aceites y condimentos procesados en su preparación.

La idea no es cambiar toda la cena de Navidad ni arruinar la celebración con comida distinta, sino hacer pequeños cambios a las recetas tradicionales para hacerlas menos pesadas para la digestión y mucho más beneficiosas para la salud. ¿Te atreves a probarlas esta Navidad?

Referencias

¹ Achata, A., Fano, H., Goyas, H., Chiang, O., & Andrade, M. (1990). El camote (batata) en el sistema alimentario del Perú. El caso del valle de Cañete. Instituto Nacional de Investigación Agraria y Agroindustrial-Centro Internacional de la papa. 63p.