El fibroadenoma de mama es una de las condiciones benignas más comunes que afectan a las mujeres. Si bien escuchar la palabra "tumor" puede ser alarmante, es importante entender que los fibroadenomas son tumores no cancerosos. A continuación, te brindamos información detallada sobre este tema, incluyendo sus características, diagnóstico y tratamiento.

Sentir un bulto en la mama puede ser una experiencia inquietante, es importante recordar que no todos los bultos son cáncer. 

De hecho, una causa muy común de bultos en las mamas, especialmente en mujeres jóvenes, es una condición benigna llamada fibroadenoma de mama.

Qué es un fibroadenoma de mama

Un fibroadenoma de mama es un tumor benigno, es decir, no canceroso, que se desarrolla en el tejido mamario. 

Estos tumores están compuestos por tejido glandular y tejido conectivo, y se sienten como un nódulo firme, liso y bien definido debajo de la piel. 

Los fibroadenomas suelen moverse fácilmente debajo de los dedos,  son fáciles de distinguir en un examen físico y generalmente no causan dolor.

Aunque cualquier mujer puede desarrollar un fibroadenoma de mama, son más comunes en mujeres jóvenes.

La causa exacta de los fibroadenomas se desconoce, pero se cree que las hormonas, como el estrógeno, juegan un papel importante.

Tipos de fibroadenomas

Existen diferentes tipos de fibroadenomas, entre los que se incluyen:

- Fibroadenomas simples: Son los más comunes.

- Fibroadenomas complejos: Pueden crecer rápidamente.

- Fibroadenomas gigantes: Pueden crecer más de 5 centímetros y a veces requieren extirpación debido a su tamaño.

- Tumores filoides: Aunque se parecen a los fibroadenomas, estos tumores pueden crecer rápidamente y, en ocasiones, llegar a convertirse en cancerosos.

Síntomas 

Los fibroadenomas son generalmente indoloros y se detectan como un bulto en el seno durante un autoexamen o una revisión médica. 

Sus características principales incluyen:

- Movilidad: Se pueden mover fácilmente debajo de la piel.

- Forma y tamaño: Son redondeados, de bordes lisos y suelen medir entre 1 y 3 centímetros, aunque pueden crecer más.

- Textura: Son firmes o gomosos al tacto.

Cómo se diagnostica un fibroadenoma de mama

Si detectas un bulto nuevo en tu mama o cualquier otro cambio en tus senos, es fundamental que consultes a tu médico de inmediato. 

El diagnóstico de un fibroadenoma generalmente involucra los siguientes pasos:

Examen físico: El médico palpa tus mamas y los ganglios linfáticos en la axila para evaluar el tamaño, la forma y la movilidad del bulto.

Pruebas de imagen:

• Mamografía: Esta prueba utiliza rayos X para obtener imágenes del tejido mamario. Puede ser difícil detectar fibroadenomas en mujeres jóvenes con mamografías, ya que sus mamas tienden a ser más densas.
• Ecografía: Esta prueba utiliza ondas sonoras para crear imágenes del tejido mamario. La ecografía es especialmente útil para diferenciar entre quistes llenos de líquido y tumores sólidos, como los fibroadenomas.

Biopsia: En algunos casos, el médico puede recomendar una biopsia para confirmar el diagnóstico. Durante una biopsia, se extrae una pequeña muestra del tejido del tumor con una aguja y se examina bajo el microscopio para determinar si es canceroso o benigno.

Tratamiento

Seguimiento y vigilancia

En muchos casos, los fibroadenomas no requieren tratamiento y simplemente se vigilan para asegurarse de que no crezcan o cambien. 

El médico puede recomendar exámenes periódicos, como mamografías o ecografías, para monitorear el fibroadenoma.

Intervenciones quirúrgicas

Si el fibroadenoma es doloroso, crece rápidamente o hay incertidumbre sobre su naturaleza, se puede recomendar la extirpación. Las opciones quirúrgicas incluyen:

- Remoción del bulto mediante cirugía.

- Crioterapia: Destrucción del fibroadenoma mediante congelación.

- Ablación por radiofrecuencia: Uso de ondas de radio para destruir el tejido del fibroadenoma sin afectar el tejido circundante.

Complicaciones y riesgos

Riesgo de cáncer

La mayoría de los fibroadenomas no aumentan significativamente el riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, los fibroadenomas complejos y los tumores filoides pueden tener un riesgo ligeramente mayor de volverse cancerosos.

Cambios durante la vida

Los fibroadenomas pueden cambiar de tamaño y forma durante diferentes etapas de la vida. 

Por ejemplo, pueden crecer durante el embarazo debido a los cambios hormonales y tienden a encogerse después de la menopausia si no se está bajo terapia hormonal.

¿Cuándo consultar a un médico?

Es importante estar atenta a cualquier cambio en los senos y consultar a un médico si notas:

- Nuevos bultos: Cualquier nuevo bulto en los senos debe ser evaluado.

- Cambios en bultos existentes: Si un bulto previamente examinado crece o cambia.

- Síntomas preocupantes: Dolor, enrojecimiento, secreción del pezón o cambios en la piel, como hoyuelos o retracción.

Si te han diagnosticado un fibroadenoma de mama, es importante recordar que la mayoría de estos tumores son benignos y no aumentan el riesgo de cáncer de mama. 

Sin embargo, es fundamental que te familiarices con tus mamas y que consultes a tu médico si notas algún cambio, como la aparición de un nuevo bulto, un cambio en el tamaño o la forma de un bulto existente, o cualquier otro síntoma inusual.

Además, es importante que te realices autoexámenes de mama regularmente y que sigas las recomendaciones de tu médico sobre las mamografías y otras pruebas de detección del cáncer de mama.

Para más información, siempre es recomendable hablar con tu proveedor de atención médica.

National Institutes of Health (2023). Fibroadenoma de mama. En: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/007216.htm

National Library of Medicine (2022). Breast Fibroadenoma. En: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK535345/