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Tratamiento del Cáncer de Cuello Uterino: ¿cómo se aborda esta enfermedad?

Lectura de 18 minuto(s)

El cáncer de cuello uterino sigue siendo una preocupación importante para la salud de las mujeres en todo el mundo. Aunque los avances en la detección temprana y el tratamiento han mejorado las tasas de supervivencia, sigue siendo uno de los tipos de cáncer femenino que más vidas se cobra en todo el mundo.

Este tipo de cáncer, que afecta al cuello del útero, puede ser fatal si no se detecta a tiempo o no se trata adecuadamente. Por ello, en este artículo hablaremos sobre las distintas alternativas de tratamiento existentes en la actualidad, desde las más convencionales hasta las terapias innovadoras que ofrecen esperanza a quienes luchan contra esta enfermedad.

Primero hablemos brevemente de dos pasos previos importantes: la detección y el diagnóstico.

Detección del Cáncer de Cuello Uterino

La detección del cáncer de cuello uterino puede salvar muchas vidas si se realiza temprano, tal como se da con otras neoplasias. En ese sentido, las pruebas de detección pueden identificar células precancerosas y cáncer en etapas iniciales, lo que aumenta las posibilidades de un tratamiento exitoso. Por lo general, se recomienda comenzar estas pruebas a los 21 años, pero siempre es importante hablar con tu médico para definir cuál es el mejor momento para ti.

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Las pruebas de detección incluyen:

Papanicolaou: Se toma una muestra de células del cuello uterino para examinarlas en busca de cualquier anomalía o de células anormales que podrían indicar un riesgo de cáncer cervical.

Prueba de ADN del virus del papiloma humano (VPH): Esta prueba analiza las células recolectadas del cuello uterino para detectar la presencia de ciertos tipos de VPH que pueden causar cáncer cervical. Es una herramienta importante para evaluar el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Recuerda siempre conversar con tu médico sobre las opciones de detección disponibles y cuál es la mejor para ti. Tu salud es lo más importante, ¡así que no dudes en hacer preguntas y mantenerte informada!

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Diagnóstico del Cáncer de Cuello Uterino

Si hay sospechas de cáncer de cuello uterino, es probable que tu médico comience con un examen detallado para obtener más información. Usando un dispositivo especial llamado colposcopio, que amplía la vista, el médico podrá examinar minuciosamente el cuello uterino en busca de células anormales.

Durante este examen, llamado colposcopia, es posible que el médico tome una pequeña muestra de tejido del cuello uterino, lo que se conoce como biopsia y puede darse de dos maneras.

Biopsia por punción: Consiste en tomar pequeñas muestras de tejido utilizando una herramienta afilada.

Legrado endocervical: Se utiliza una especie de cepillo delgado o una cuchara pequeña para raspar una muestra de tejido del cuello uterino.

Si los resultados de estas pruebas generan preocupación, es posible que necesites de procedimientos adicionales, como:

Asa de alambre eléctrica: Se utiliza un alambre muy fino electrificado para obtener una muestra de tejido. Por lo general, se realiza en el consultorio con anestesia local.

Biopsia cónica (conización): Este procedimiento permite al médico obtener muestras más profundas de células del cuello uterino para realizar pruebas. Se realiza en un hospital con anestesia general.


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Estadificación

Cuando se confirma el diagnóstico de cáncer de cuello uterino, es natural sentirse abrumada, pero es importante entender qué sigue. Tu médico realizará más pruebas para determinar en qué etapa se encuentra el cáncer para elegir el mejor tratamiento para ti. 

Las pruebas de clasificación pueden incluir:

Pruebas de diagnóstico por imágenes: Estos exámenes, como radiografías, tomografías computarizadas, resonancias magnéticas y tomografías por emisión de positrones (TEP), ayudarán al médico a ver si el cáncer se ha propagado más allá del cuello uterino.

Examen visual de la vejiga y el recto: Utilizando visores especiales, tu médico podrá observar el interior de la vejiga y el recto para evaluar si el cáncer ha afectado estos órganos.

Recuerda que este proceso tiene como objetivo brindarte la mejor atención posible y ayudarte a tomar decisiones informadas sobre tu salud. No dudes en expresar cualquier inquietud que tengas durante este proceso.

Tipos de tratamiento del Cáncer de Cuello Uterino

Aunque un diagnóstico de cáncer nunca es una buena noticia, vale la pena mantener la calma y tener presente que existen diferentes formas de abordar este desafío. Para ello se considerarán varios factores importantes, como en qué etapa se encuentra tu cáncer, cómo te sientes en general y, por supuesto, tus propias preferencias. 

Tu plan de tratamiento será como una hoja de ruta personalizada que te dará detalles sobre el tipo de cáncer que tienes, qué esperar del tratamiento, las opciones disponibles y posibles efectos secundarios. Todo esto te ayudará a tener una idea clara de lo que te espera y a tomar decisiones informadas sobre tu cuidado.

Cirugía

Algunos casos de Cáncer de Cuello Uterino requieren de cirugía. La cirugía que necesites dependerá de dónde esté ubicado y qué tan avanzada esté la neoplasia. Aquí te presentamos algunas opciones comunes:

Conización quirúrgica: Durante este procedimiento, se extrae una pequeña porción de tejido en forma de cono del cuello y el canal uterinos. A veces, esto puede eliminar completamente el cáncer. Por lo general, se realiza en el hospital bajo anestesia general.

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Biopsia de ganglio linfático centinela: Este procedimiento implica la extracción del ganglio linfático centinela, que es el primero en recibir el drenaje linfático del tumor primario. Ayuda a los médicos a determinar si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos.

Histerectomía: Durante este procedimiento, se extirpa el útero, y en ocasiones, también el cuello uterino. Hay diferentes tipos de histerectomía que pueden realizarse, como:

  • Histerectomía total o completa: Se retiran el útero y el cuello uterino.
    Histerectomía radical: Además del útero y el cuello uterino, se extraen una parte de la vagina y tejidos circundantes.
    Histerectomía radical modificada: Se extirpa el útero, el cuello uterino y parte de la vagina, conservando más tejidos que en la histerectomía radical.

Cervicectomía uterina radical: También conocida como traquelectomía, este procedimiento implica la extirpación del cuello uterino, tejidos cercanos y parte superior de la vagina. A veces, también se retiran los ganglios linfáticos. Después de la cirugía, el útero se une a la parte restante de la vagina y se pueden colocar puntos de sutura o una banda especial para ayudar durante el embarazo. Aunque se realice esta cirugía, aún es posible concebir.

Salpingooforectomía bilateral: Durante este procedimiento, se eliminan ambos ovarios y trompas de Falopio. Esto se realiza cuando el cáncer se ha diseminado a estos órganos. Es una cirugía de dimensiones importantes pero necesaria en ciertas situaciones.

Exenteración pélvica total: En casos más avanzados, puede ser necesaria la extirpación de una parte significativa de la pelvis. Esto implica la remoción del colon inferior, recto, vejiga, cuello uterino, vagina, ovarios y ganglios linfáticos cercanos. Se crean aberturas artificiales para que la orina y la materia fecal puedan salir del cuerpo hacia una bolsa recolectora. En algunos casos, también se requiere cirugía plástica para reconstruir una vagina artificial después de esta operación.

Estos procedimientos pueden ser difíciles, pero son parte importante del tratamiento en ciertas circunstancias. Es esencial discutir todas las opciones y preguntas con tu equipo médico para tomar decisiones informadas y sentirte apoyada durante este proceso.

Radiación

La radioterapia es otro tratamiento clave en la lucha contra el Cáncer de Cuello Uterino. Aquí te explicamos sus distintos tipos:

Radioterapia externa: En este enfoque, se emplea una máquina especial que emite rayos X de alta energía hacia el área afectada desde fuera del cuerpo. Esto ayuda a combatir las células cancerosas sin necesidad de cirugía. Además, existe una técnica más avanzada llamada radioterapia de intensidad modulada (RTIM), que utiliza una computadora para dirigir la radiación con mayor precisión, protegiendo así los tejidos sanos cercanos al tumor. La RTIM está siendo investigada como una opción prometedora para el tratamiento del cáncer de cuello uterino.

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Radioterapia interna: También conocida como braquiterapia, esta forma de radioterapia implica la inserción de una sustancia radiactiva directamente en el cáncer o en su proximidad. Esto se logra mediante agujas, semillas, alambres o catéteres sellados con material radiactivo. Al colocar la radiación cerca del tumor, se puede administrar una dosis más concentrada directamente en el área afectada, lo que ayuda a reducir los efectos secundarios en los tejidos circundantes.

Tanto la radioterapia externa como la interna se utilizan no solo para tratar el cáncer de cuello uterino, sino también en situaciones de cuidados paliativos, donde el objetivo es aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida en casos avanzados.

Quimioterapia

Cuando hablamos de quimioterapia, nos referimos al uso de medicamentos para combatir las células cancerosas, ya sea deteniendo su crecimiento o destruyéndolas por completo. A menudo, este tratamiento se utiliza solo, pero también puede combinarse con otros enfoques terapéuticos.

En el caso del cáncer de cuello uterino, los medicamentos más comunes utilizados en la quimioterapia son:

  • Cisplatino
    Carboplatino
    Gemcitabina
    Ifosfamida
    Irinotecán
    Paclitaxel
    Topotecán
    Vinorelbina

A veces, se administran combinaciones de estos medicamentos, y en ciertas situaciones, se pueden utilizar otros fármacos que no están en esta lista.

La quimioterapia puede tener algunos efectos secundarios como náuseas, vómitos, fatiga, pérdida de cabello, disminución de los glóbulos blancos (que puede aumentar el riesgo de infecciones), pérdida de apetito, diarrea, cambios en el gusto y en la piel (como enrojecimiento o sequedad). Durante el proceso, es importante que los pacientes sean monitoreados para gestionar estos efectos secundarios de manera efectiva y garantizar la mejor calidad de vida posible mientras se reciben las dosis.

Terapia Dirigida

La terapia dirigida es un enfoque específico dentro del tratamiento del Cáncer de Cuello Uterino. Consiste en el uso de medicamentos u otras sustancias diseñadas para bloquear la acción de enzimas específicas, proteínas y otras moléculas que están involucradas en la multiplicación y propagación de las células cancerosas. Estos medicamentos están diseñados para atacar selectivamente las células cancerosas, minimizando el daño a las células sanas.

En lugar de afectar a todas las células que se dividen rápidamente, como lo hacen la quimioterapia y la radioterapia, la terapia dirigida se centra en componentes específicos de las células cancerosas que les permiten crecer y sobrevivir. Esto puede incluir el bloqueo de vías de señalización celular, el suministro de nutrientes a las células cancerosas o la interrupción del proceso de formación de vasos sanguíneos que alimentan el tumor.

La terapia dirigida es un área de investigación activa en el tratamiento del cáncer de cuello uterino, y se están desarrollando constantemente nuevos medicamentos y enfoques para mejorar la efectividad del tratamiento y reducir los efectos secundarios.

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Inmunoterapia


La inmunoterapia es una forma de tratamiento para el cáncer de cuello uterino que aprovecha el sistema inmunológico del cuerpo para combatir las células cancerosas. Funciona estimulando o potenciando la respuesta del sistema inmunológico contra el cáncer. Al hacerlo, ayuda a restaurar o mejorar la capacidad del sistema inmunológico para reconocer y atacar las células cancerosas que pueden haber evadido su detección o inhibido su respuesta normal. 

Uno de los enfoques comunes de la inmunoterapia es el uso de inhibidores de puntos de control inmunitario, que bloquean proteínas específicas involucradas en la regulación de la respuesta inmunitaria, permitiendo que el sistema inmunológico ataque las células cancerosas de manera más efectiva.

Otro enfoque implica la terapia de células T, donde las células T del paciente se extraen, modifican en el laboratorio para que reconozcan y ataquen específicamente las células cancerosas, y luego se reintroducen en el cuerpo. Si bien la inmunoterapia puede ofrecer beneficios significativos para algunos pacientes con cáncer de cuello uterino, no todos responden de la misma manera, y pueden surgir efectos secundarios. 

Cuidados paliativos

Los cuidados paliativos en el tratamiento del cáncer de cuello uterino se centran en mejorar la calidad de vida de las pacientes al aliviar los síntomas y el malestar asociados con la enfermedad. Esto incluye el manejo del dolor, la fatiga, las náuseas, la pérdida de apetito y otros efectos secundarios del cáncer y sus tratamientos. Además de abordar los aspectos físicos, los cuidados paliativos también brindan apoyo emocional, psicológico y espiritual tanto a la paciente como a su familia, ayudándoles a sobrellevar el impacto emocional y social del cáncer.

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Los cuidados paliativos no buscan curar la enfermedad en sí misma, sino proporcionar confort y apoyo integral a las pacientes en todas las etapas de su enfermedad. Esto puede incluir la coordinación de servicios médicos, terapias complementarias como la terapia del habla o la fisioterapia, y asistencia para la planificación de cuidados avanzados y el manejo de la atención al final de la vida. 

¿Los tratamientos afectan la fertilidad?

Algunos tratamientos para el Cáncer de Cuello Uterino pueden afectar la fertilidad de una mujer. Por ejemplo, la histerectomía, que es la extirpación quirúrgica del útero, puede resultar en la imposibilidad de quedar embarazada de forma natural. Además, algunos tipos de radioterapia y quimioterapia pueden dañar los ovarios y disminuir la reserva ovárica, lo que puede afectar la capacidad de una mujer para concebir en el futuro. 

Si una paciente de Cáncer de Cuello Uterino desea ser mamá en un futuro, es importante abordar estas preocupaciones con su médico antes de comenzar el tratamiento, para explorar opciones de preservación de la fertilidad si es necesario y para comprender cómo cada tratamiento puede afectar su capacidad reproductiva.

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La prevención es la mejor aliada

El cáncer de cuello uterino es una enfermedad seria que puede tener consecuencias fatales si no se detecta y trata a tiempo. Es fundamental comprender la importancia de la prevención a través de exámenes regulares y vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), que es una de las principales causas de este tipo de cáncer. 

La conciencia sobre los factores de riesgo y los métodos de prevención disponibles puede salvar vidas al permitir una detección temprana y un tratamiento efectivo. También es crucial fomentar la educación sobre la salud reproductiva y promover un acceso equitativo a los servicios de atención médica para garantizar que todas las mujeres tengan la oportunidad de protegerse contra esta enfermedad.

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Referencias:
https://www.cancer.gov/espanol/tipos/cuello-uterino/tratamiento 
https://www.cancer.org/es/cancer/tipos/cancer-de-cuello-uterino/tratamiento.html 
https://www.cancer.net/es/tipos-de-c%C3%A1ncer/c%C3%A1ncer-de-cuello-uterino/tipos-de-tratamiento

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