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¿Sabías que los niños con mayor exposición a la radiación solar tienen altas probabilidades de desarrollar Cáncer de Piel en la adultez?

Esto se debe a la acumulación de radiación solar en su piel entre los tres y los 18 años, ya que las células basales de la epidermis se destruyen y pierden su capacidad para generar algunas nuevas. Los efectos de la radiación UV son acumulativos e irreversibles.

radiación UV en niños

Especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño mencionan que la radiación en la piel en una etapa temprana afecta a los pequeños desde los primeros meses de vida hasta los 3 años, ya que su cutis es más sensible, y más adelante se puede desarrollar un Cáncer de Piel.

Según los expertos, un niño recibe tres veces más la radiación ultravioleta por año en comparación con un adulto, ya que los menores se exponen frecuentemente al sol por por actividades propias de la edad como jugar en espacios abiertos. Entre los tipos de quemaduras solares más comunes se encuentran, por ejemplo, el enrojecimiento de la piel y las ampollas.

La exposición a la radiación UV en una edad temprana también puede provocar el envejecimiento prematuro de la piel y el incremento del riesgo de sufrir neoplasias.

El Cáncer de Piel en niños es poco frecuente en el mundo. Sin embargo, en adultos los casos van incrementado cada año. Por ello, la protección que puedas brindar a tu hijo es crucial, ya que reducirá en un futuro el riesgo de que desarrolle Cáncer de Piel cuando sea una persona mayor.

Por ello, en Oncosalud, preocupados por la salud de tu familia, queremos darte algunos consejos para el cuidado de la piel de tu hijo respondiendo la siguiente pregunta:

¿Cómo puedo cuidar la piel de mi hijo?

La Academia Estadounidense de Dermatología (American Academy of Dermatology, AAD) y la Skin Cancer Foundation (Fundación del Cáncer de Piel) recomiendan ante la exposición de los rayos UV:

● Menor exposición al sol: No exponer a su hijo a los rayos del sol entre las 10 a.m. y las 04:00 p.m. En su lugar, proponga actividades que impliquen permanecer en el interior de su vivienda o en otras locaciones bajo techo.

● Bloqueador solar: Aplicar un bloqueador solar con un SPF de 40 o más para una protección más efectiva contra los rayos UVA y UVB en la piel de los niños en días soleados y nublados. Esto debe hacerse 30 minutos antes de la exposición al sol. Además, la aplicación debe realizarse cada dos horas dependiendo del tiempo que pases con tu hijo o hija fuera de casa.
En algunos casos, existen algunos protectores solares que son especialmente para menores de 6 meses, pero se deben aplicar bajo recomendación del dermatólogo, esto según la American Academy of Pediatrics.
- ● Uso de ropa anti UV: Vístelo con ropa suelta que pueda cubrir todo su cuerpo como polos de manga larga, pantalones largos, o incluso prendas anti UV que existen actualmente. También puedes ponerle un sombrero antisolar para proteger su rostro, orejas y cuello.
- ● Accesorios anti UV: Usar lentes de sol reducirá la exposición de sus ojos a los rayos del sol y protegerá partes como los párpados y el cristalino. Se recomiendan lentes anti UV. Asimismo, utilizar sombrillas de mano para que su paseo resulte cómodo y sin contacto directo con la luz solar.
- ● Evitar zonas con mayor reflejo de sol: Entre los lugares con mayor exposición al sol se encuentran la arena blanca que refleja hasta el 15% de UV. También es ideal evitar zonas con superficies altas como montañas y nevados, ya que puede incrementar la probabilidad de quemaduras solares.
¿Qué pasa si mi hijo usa constantemente pantallas LED?

Es importante que su pequeño tenga menor exposición a las pantallas LED, ya que, tanto en celulares, tablets, monitores de computadora y videojuegos, la luz que refleja puede generar un envejecimiento prematuro. Incluso exposiciones cortas como de una hora pueden provocar aptosis y necrosis, lo que representa una forma de muerte celular.
¿Qué puede ayudar para que mi hijo tenga una buena salud en su piel?
- ● Beber agua
Es importante recordar que además de lo que puede causar las quemaduras solares, los niños pequeños tienen un alto riesgo de deshidratación con el calor excesivo, al igual que la personas de la tercera edad. Cuando se bebe suficiente agua, la piel puede ser más suave, flexible, elástica y menos propensa a muchas enfermedades.

Los expertos consideran que, hasta los 6 meses, un bebé debe consumir exclusivamente leche materna. Pasado ese tiempo, sin dejar la lactancia mientras aún son bebés, los padres pueden incluir otros líquidos bajo las siguientes cantidades recomendadas según su edad.
- - De 1 a 3 años: entre 100 y 120 ml diarios.
- - De 4 a 8 años: entre 80 ml y 1.5 litros.
- - De 9 a 10 años: 1.5 litros
- - Desde los 11 años en adelante: 2 litros por día
Sin embargo, los requerimientos pueden ser mayores considerando el clima y la actividad física.
- ● Hidratación constante de la piel:
La piel de los bebés y de los niños pierden más humedad en comparación a la piel adulta porque la epidermis no está tan unida a la dermis, ya que la piel es más delgada, lo que la vuelve más vulnerable a la exposición del viento y las temperaturas heladas. Por ello, los especialistas recomiendan hidratar la piel de los niños todos los días.

En el caso especial de los bebés, si su piel es muy seca debe hidratarse dos veces veces al día, especialmente luego del cambio del pañal. En los niños, se recomienda aplicarlo luego de cada baño.
A la hora del baño…

Los especialistas recomiendan bañarlos con agua a temperatura tibia, ya que si está muy caliente puede resecar la piel y activar las terminaciones nerviosas que aumentan la sensación del rascado.
Se debe evitar los baños con burbujas y espumas, ya que estos por lo general contienen detergentes que pueden disminuir los aceites naturales de la piel y dejarla más propensa a la sequedad. Lo mismo ocurre con los jabones perfumados.

Al terminar la sesión de baño, sécalo con toques usando una toalla de algodón suave, sin frotarla contra la piel para evitar irritaciones. Posteriormente, aplica el hidratante en su cuerpo.

¿Qué pasa si mi hijo permanece por mucho tiempo bajo el sol?

A corto plazo, la exposición ante los rayos solares trae varios trastornos como la sudoración excesiva de la piel, que puede provocar en los niños irritación en la parte del cuello, el pecho, las axilas y los pliegues del codo. En el caso de los bebés, se puede evidenciar en la zona del pañal.

Una exposición prolongada al sol también puede provocar calor sofocante, sed intensa, sequedad en la boca, incluso calambres musculares. A ello, se suma el agotamiento, dolor estomacal y de cabeza, incluso náuseas o vómitos. En los casos más graves podría sufrir un golpe de calor.
Por todos estos motivos, es importante evitar exponer a tu hijos a estos factores de riesgo para prevenir diversas enfermedades, sobre todo el Cáncer de Piel que podría manifestarse durante su adultez. Recuerda seguir estas recomendaciones y llevar a tu pequeño o pequeña al dermatólogo una vez al año.

En Oncosalud nos preocupamos por tu bienestar y el de tu familia. ¡Tu lucha, mi lucha!
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