La noticia de un diagnóstico de cáncer no es fácil de asimilar, debido a que esta enfermedad puede ser letal. Sin embargo, la medicina ha desarrollado varias técnicas terapéuticas para tratar y curar este mal. Una de ellas es la quimioterapia, tratamiento que se emplea desde los años 50 del siglo pasado y que ha ayudado a pacientes oncológicos a superar esta enfermedad.

Una de esos pacientes es Mónica Porro, afiliada de Oncosalud, que superó un cáncer de ovarios avanzado y hoy nos cuenta su testimonio del tratamiento de quimioterapia que recibió en la red de clínicas AUNA de Chiclayo.

A diferencia de las cirugías o la radioterapia, la quimioterapia —también conocida como “quimio”— es una modalidad de tratamiento oncológico que consiste en la administración de medicamentos a personas enfermas con el mal para destruir las células cancerosas, explica Mariana Serrano Cardoso, médico oncólogo de Oncosalud.

Normalmente, las células se dividen de manera ordenada con el fin de reemplazar a las células viejas y mantener los distintos órganos del cuerpo en condiciones apropiadas. No obstante, cuando el cáncer aparece, esta división celular se altera. Las células se multiplican sin detenerse y pueden formar masas llamadas tumores.

El objetivo del uso de los tratamientos busca justamente destruir las células cancerosas que componen el tumor. Serrano Cardoso afirma que la eficacia de la quimioterapia ha sido demostrada en estudios y revisiones clínicos, que son avalados por agencias reguladoras como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) o la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid).

La “quimio” ofrece ventajas porque puede curar la enfermedad o controlar los síntomas de diversos tipos de cáncer para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

“A pesar del advenimiento de nuevas modalidades de tratamiento, la quimioterapia aún tiene un rol en obtener altas tasas de respuesta que varía según la patología (tipo de cáncer) y el escenario del tratamiento (neoadyuvancia, adyuvancia y metastásico)”, precisa la especialista de Oncosalud.

Tipos de Quimioterapia

Según la finalidad y cuándo se administre los fármacos para combatir la enfermedad, el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos refiere que pueden distinguirse los siguientes tipos de quimioterapia:

• De inducción o neoadyuvante. Se administra antes de aplicar cualquier tratamiento local como la radioterapia o una cirugía. El objetivo de esta modalidad de quimioterapia es disminuir o destruir las células malignas del tumor.
• Concomitante. Se administra de forma simultánea a otro tratamiento, generalmente la radioterapia. Con esto se pretende potenciar el efecto de la radiación para aumentar la eficacia terapéutica con la aplicación de un tratamiento sistémico y otro local.
• Adyuvante. Se administra después de otros tratamientos. La finalidad de esta modalidad es reducir el riesgo de recaída de la enfermedad y disminuir la incidencia de la metástasis (extensión del cáncer a otras partes del cuerpo), por tanto, aumentar la supervivencia y el índice de curaciones.

La quimioterapia se administra en forma de ciclos, alternando periodos de tratamiento con periodos de descanso. El enfermo puede recibir los medicamentos principalmente por dos vías:

• Endovenosa. Los medicamentos se introducen directamente al torrente sanguíneo del paciente a través de un tubo de plástico llamado catéter. Este se coloca en una vena, arteria, cavidad corporal o parte del cuerpo.
• Oral. Se ingiere el medicamento en forma de pastillas, cápsulas o líquido. Esta vía sólo es posible si el estómago o intestino del paciente puede absorber los fármacos.

También existen otras vías de administración, aunque menos frecuentes: intraocular, peritoneal, tópica y subcutánea.

El tiempo de duración de la administración de los fármacos y la frecuencia con que se aplica al paciente oncológico es variable, pues esto está supeditado al tipo de fármacos, el tipo de tumor o la tolerancia del organismo de cada paciente.

“Los tiempos de administración de quimioterapia son variables. Hay quimioterapias que se administran en 30 minutos, otras en una, dos, tres, seis, veinticuatro o hasta cuarenta y ocho horas”, sostiene  Serrano Cardoso.

Efectos Secundarios

La Sociedad Estadounidense Contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) afirma que la “quimio” no genera dolor en las personas. Con esto coincide Serrano Cardoso, aunque la especialista precisa que la administración de los fármacos sí produce una serie de efectos adversos en los pacientes, conocido comúnmente como los “efectos secundarios de la quimioterapia”.

¿Por qué se produce esto? La mayoría de los medicamentos que se emplean en la quimioterapia están diseñados para poder destruir las células mientras se dividen. cuanto más rápido se dividen, más sensibles son al tratamiento. Las células tumorales se multiplican rápidamente. No obstante, en el organismo de las personas también existen células normales y saludables que se dividen a gran velocidad. La destrucción de estas células es lo que provoca los efectos adversos.

“Generalmente, tanto las células tumorales como muchas células sanas se multiplican rápidamente, por lo que se ven fácilmente afectadas como las del tubo digestivo, folículos pilosos y médula ósea. Siendo así, la destrucción de células sanas la causante de los efectos secundarios más frecuentes de la quimioterapia: náuseas y vómitos, pérdida de apetito, caída del cabello, cansancio y propensión a las infecciones”, explica Serrano Cardoso.

El tiempo que duran los efectos secundarios dependen de la salud y el tipo de quimioterapia que reciba el paciente oncológico. No obstante, la mayoría de los síntomas desagradables desaparecen tras culminar el tratamiento.

Recomendaciones para superar los efectos secundarios

La especialista de Oncosalud aconseja que para controlar los efectos secundarios de la “quimio” se tomen las siguientes recomendaciones:

• Se puede repartir la comida en pequeñas cantidades (5 o 6 veces al día).
• Evitar los olores desagradables e ingerir alimentos a temperatura ambiente.
• Evitar comer alimentos ricos en grasas y muy condimentados porque dificultan la digestión y se debe tener un adecuada higiene en la preparación de los alimentos, por el riesgo de infecciones.

“Asimismo, la limpieza oral es importante para que la boca no sea un medio de cultivo para las bacterias, debemos usar cepillo de dientes blando y pasta dental suave para evitar sangrado gingival. También hay que vigilar el estado nutricional del paciente y cuidar la hidratación tomando al menos 2 litros de agua al día”, agrega Serrano Cardoso.

Cuando culmina el proceso de la quimioterapia, el cuidado de los pacientes no concluye y se requiere seguimiento continuo.

“Una vez finalizado el tratamiento contra el cáncer, el paciente pasa a observación y debe continuar con las visitas a su médico oncólogo de cabecera, quien será el responsable de determinar si el cáncer ha reaparecido, controlar efectos secundarios y supervisar su estado de salud general", señala la especialista de Oncosalud.

La quimioterapia exige que el tratamiento sea dirigido por el oncólogo clínico y de enfermería capacitados para la indicación y administración de los fármacos. Con esto, los pacientes oncológicos se aseguran de recibir un tratamiento adecuado. Te invitamos a conocer los programas de Oncosalud el primer centro oncológico en el Perú altamente especializada en prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer.