En la actualidad, la radioterapia es uno de los tratamientos más usados para combatir tumores localizados y controlar su crecimiento. Según la Asociación Española contra el Cáncer, 6 de 10 personas con enfermedades tumorales reciben radioterapia en alguna de las fases1.
¿Cómo funciona la radioterapia?
La radioterapia es un método que consiste en la emisión de ondas de alta energía dirigidas a eliminar células cancerosas localizadas. De acuerdo a la Sociedad Americana del Cáncer, “la radiación actúa sobre el ADN que se encuentra dentro de las células produciendo pequeñas roturas. Estas roturas evitan que las células cancerosas crezcan y se dividan, y les causan la muerte”2.
No obstante, es necesario aclarar que durante ese proceso, algunas células sanas también se ven afectadas, pero la mayoría tienen la capacidad de autoregenerarse rápidamente, lo que no suele pasar con las células cancerosas irradiadas. De allí la ventaja de este método cuyo objetivo se centra curar o disminuir el tamaño de un tumor, evitar recurrencias del cáncer o como tratamiento para aliviar los síntomas en pacientes cuyo cáncer está en etapa avanzada.
Hay dos tipos de radioterapia, la externa y la interna. La primera se realiza mediante una máquina que dirige los rayos justo donde se encuentre el tumor. La segunda se aplica mediante un dispositivo o implante que se coloca dentro o cerca del tumor. La elección del tipo más conveniente la hace el médico al evaluar una serie de variables que tienen que ver con el tamaño del tumor, el tipo de cáncer y las características del paciente. En ocasiones solo radioterapia basta, y en otras se aplica conjuntamente con otros métodos.
¿Cuáles son las ventajas de este método?
La radioterapia tiene numerosas ventajas en el tratamiento de la enfermedad. Según un artículo de CancerQuest, el programa educativo de difusión del cáncer de la Universidad de Emory (EE.UU)3, estableció las siguientes ventajas de este método:
- Elimina un gran número de células cancerosas.
- Mejora el control local de la enfermedad porque evita el crecimiento del tumor de forma descontrolada.
- Este método tiene la capacidad de disminuir el tamaño de ciertos tumores. Cuando es usado como tratamiento preoperatorio, la disminución del tumor es muy positiva, ya que hace que la intervención sea menos invasiva. Por otro lado, en fase post quirúrgica, reduce las probabilidades de que el tumor vuelve aparecer.
- Es segura para el paciente. No es dolorosa. Se practica en poco tiempo y al ser un método que ataca un área específica, su efecto es menos invasivo.
- En etapas tempranas, las probabilidades de preservar los órganos comprometidos son altas
El uso de la radioterapia como tratamiento contra el cáncer además de ser popular, provee al paciente de muchos beneficios en su lucha contra la enfermedad.
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Referencia:
1. Asociación Española contra el Cáncer. Cómo se administra la radioterapia. Recuperado en: https://www.aecc.es/es/todo-sobre-cancer/tratamientos/radioterapia/como-se-administra-radioterapia
2. Conceptos básicos de la radioterapia. American Cancer Society. Recuperado en: https://www.cancer.org/es/tratamiento/tratamientos-y-efectos-secundarios/tipos-de-tratamiento/radioterapia/conceptos-basicos.html
3. Radioterapia. CáncerQuest. Universidad de Emory. Recuperado en: https://www.cancerquest.org/es/para-los-pacientes/tratamientos/terapia-de-radiacion
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