En 1975, cerca de 6 mil niños quedaron paralizados debido a la poliomelitis en la región de las Américas. Gracias a las campañas de vacunación en bebés, desde 1994 no hay casos nuevos reportados.

Muchas otras enfermedades devastadoras como el sarampión o la tosferina también están quedando en el olvido. Y es que la vacunación en bebés está diseñada para protegerlos cuando son más vulnerables; es decir, en los primeros meses de vida.

¿Qué son las vacunas?

Las vacunas, en líneas generales, son productos biológicos compuestos por microorganismos, como virus o bacterias o parte de sus estructuras, por ejemplo. Al entrar al cuerpo de una persona sana, la vacuna recrea la enfermedad pero sin producir una infección.

De esta manera, la vacunación en bebés estimula al sistema inmunitario a desarrollar anticuerpos contra la enfermedad. Estas defensas son las que protegerán al individuo cuando, en el futuro, entre en contacto con los virus o bacterias que producen la infección.

La mayoría de las vacunas protegen contra una sola enfermedad; las vacunas combinadas protegen contra varias a la vez.

Las vacunas son seguras porque…

• Para aprobar una vacuna y administrarla en los niños se requieren numerosas pruebas de seguridad y eficacia.

• Necesitan más estudios y controles que cualquier otro medicamento, precisamente porque están destinadas a personas sanas.
• Los estudios sobre efectos adversos e indeseables se realizan con miles de personas.
• Luego de su autorización y comercialización, se continúan realizando estudios de seguridad de manera estricta y permanente. Haga clic aquí para saber cuándo estará disponible la vacuna contra el COVID-19.

La importancia de la vacunación en bebés

Según el MINSA, las 17 vacunas del calendario de vacunación infantil (ver imagen abajo) protegen a los niños contra 26 enfermedades. Polio, influenza, sarampión, paperas, rubeola y varicela son algunas de ellas.

Las vacunas ayudan a cuidar la economía familiar:

• Implica faltar menos días -o semanas- a la escuela y/o al trabajo por contagio o por cuidar a un hijo enfermo.
• Previenen enfermedades que pueden causar discapacidades duraderas, cuantiosos gastos médicos y atención a largo plazo.

Protegen no solo a la familia sino a toda la comunidad

o Ayudan a prevenir el contagio de enfermedades en su comunidad.

o Hay niños y adultos que no pueden recibir ciertas vacunas; vacunar a su bebé significa protegerlos a ellos también.

Son más necesarias hoy, en una cultura global

o Las vacunas protegen contra enfermedades que, si bien pueden no ser comunes en su entorno, sí se ven en otros países.

o Vacunar a su bebé evitará que se infecte en un viaje y que contagie la enfermedad al regresar. Recuerde que fue así como se propagó la pandemia del COVID-19. Ingrese aquí para conocer más sobre las vacunas contra el neumococo, la influenza y el COVID-19.

Las primeras vacunas del bebé

En el Perú, las primeras vacunas de los recién nacidos son la de Hepatitis B y la BCG.

Vacuna de Hepatitis B:

La Academia Americana de Pediatría recomienda que los recién nacidos reciban esta vacuna en las primeras 24 horas de vida. Ello, siempre que tengan un peso mínimo de dos kilos. La vacuna tiene tres dosis que se deben aplicar antes de los seis meses de edad. Sin embargo, también hay una presentación de una sola dosis mencionada en el esquema nacional de vacunación.

La hepatitis B es una infección viral que ataca al hígado. Si no se trata a tiempo, puede causar daño hepático, cáncer del hígado, cirrosis o incluso la muerte.

Según la PAHO, 2.8 millones de personas viven con hepatitis B en la región de las Américas.

Vacuna BCG (Bacillus de Calmette y Guérin):

Se coloca en las primeras 48 horas de vida. Se aplica en el hombro y genera un efecto característico de abultamiento.

Esta vacuna protege contra la tuberculosis, enfermedad que afecta los pulmones. Se transmite por el aire al toser, estornudar o por contacto directo con un enfermo.

En el 2017 se notificaron más de 31 mil casos de tuberculosis en el Perú, según la PAHO. Esto representa aproximadamente el 14% de todos los casos de la región de las Américas (Paho).

Efectos secundarios de las vacunas

Algunos bebés pueden tener reacciones leves a las vacunas, como dolor o erupción en el lugar de la inyección. Estas reacciones son normales y duran poco tiempo.

Tome en cuenta que los efectos de la vacunación del bebé son leves comparados con las complicaciones de una enfermedad grave. Por ejemplo, según la Paho, la infección crónica de Hepatitis B es responsable del 90% de casos de cáncer al hígado.

¿Qué hacer antes y después de la vacunación del bebé?

• Antes: Permanezca tranquilo e infórmese sobre los posibles efectos secundarios de la vacuna en el bebé.
• Después: Ofrézcale al bebé leche materna o fórmula con más frecuencia. Es normal que algunos bebés se alimenten menos en las siguientes 24 horas después de una vacuna.

Preste especial atención al bebé en los siguientes días; si algo le preocupa, llame al pediatra.

Recuerde que algunas vacunas requieren dosis de refuerzo, de acuerdo al calendario de vacunación infantil. Un niño que no recibe todas las dosis de sus vacunas está en riesgo de contagiarse de enfermedades graves.

Ahora que sabe cómo prevenir enfermedades graves con las vacunas, conozca aquí cómo puede empezar a prevenir el cáncer hoy.