Desarrollar una vacuna suele tomar aproximadamente 4 años. Pero esta situación es especial. La semana del 23 de abril se aplicaron las primeras pruebas contra el COVID-19 en el Reino Unido, en un grupo de 800 personas. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de varios esfuerzos por crear una vacuna, y en Estados Unidos se hacen pruebas desde mediados de marzo, este ha sido el estudio reciente más mediático.
Esta investigación es liderada por Sarah Gilbert, experta en vacunología del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, quien dijo a la BBC que tiene “mucha confianza” en esta vacuna, pero que “tiene que ser probada en seres humano y demostrar que puede detener la infección”. Este es solo uno de los esfuerzos que se llevan a cabo en el mundo.
Cómo funciona la vacuna del COVID-19
La buena noticia es que, según diversos estudios, el genoma o estructura del nuevo coronavirus es estable, lo que hace pensar que tarde o temprano habrá una vacuna. Esto a diferencia de otros virus como el VIH o el de la hepatitis C, cuyas estructuras mutan constantemente, lo cual hace complicado desarrollar una.
La mala noticia es que, de desarrollarse la vacuna, podría tener problemas para ser distribuida, debido a la cantidad de personas que la necesitan.
“En una pandemia, lo último que necesitamos es que las vacunas sean accesibles por los países que las producen y no estén disponibles universalmente”, sostuvo la economista Mariana Mazzucato, de la Universidad de Londres, en un foro sobre COVID-19 organizado por la OMS.
¿Cómo actúan las vacunas en nuestro cuerpo?
“Los virólogos analizan la estructura de un virus y averiguan cuál es el componente que más estimula a los linfocitos para que estos produzcan defensas contra ellos”, explica el doctor Elmer Huerta, en su podcast “Coronavirus: realidad vs. ficción” que emite la cadena CNN.
“[Luego] los investigadores modifican el virus para que no cause enfermedad y que al ser inyectado el sistema inmunológico lo reconozca y archive en la memoria y que forme gran cantidad de anticuerpos”, agrega el especialista en salud pública.
Huerta, quien también es oncólogo, agregó que aunque todos queremos una vacuna de manera rápida, debemos entender que esta podría tomar tiempo.
“Es importante entender que la elaboración de la una vacuna es un proceso muy complejo (...) saltarse pasos podría hacer que se tenga una vacuna que cause más daño que beneficio”.
Nuestra mejor opción es la prevención, mientras esperamos que los científicos del mundo desarrollan una vacuna que acabe con pandemia del nuevo coronavirus.

Entidad oncológica especializada en prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer.
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