Resonancia cáncer de mama: ¿cómo se usa en el despistaje de cáncer?

La tecnología ha transformado la manera como enfrentamos las enfermedades actualmente. En esa línea, uno de los avances que han favorecido a nuestra salud son los métodos para obtener imágenes del interior del cuerpo. La mamografía y la resonancia cáncer de mama, por ejemplo, son grandes herramientas para la lucha y prevención de la enfermedad.

Cerca del 90% de los casos de cáncer de mama tienen cura si se detectan a tiempo. La resonancia magnética sirve a los médicos para tener una idea más clara de lo que ocurre en los senos, ya sea que las mamas sean densas y no permitan verse con claridad o, en el caso de un diagnóstico positivo de cáncer, determinar su avance.

¿Qué es una resonancia magnética?

La resonancia magnética nuclear o RMN es un estudio médico que usa ondas de radio y campos magnéticos para obtener imágenes detalladas del cuerpo. A diferencia de los rayos X, los pacientes no están expuestos a radiación mientras dura el examen.

Ya sabes para qué sirve la resonancia magnética: ver con detenimiento el interior del cuerpo. Pero una de las diferencias principales entre este método y los demás estudios por imágenes es que las resonancias proporcionan figuras tridimensionales y vistas desde distintos ángulos.

Cada vista obtenida durante el examen se denomina corte y pueden ser tomados desde los lados, de frente y por encima. Por eso su gran utilidad para detectar casos de cáncer.

¿Cómo se hace una resonancia magnética?

La forma de realizar este examen es similar en todos los casos. El paciente es ingresado al escáner, que tiene forma de tubo rodeado por un gran imán. Dependiendo del tipo de imagen que se necesite obtener, se administra previamente un material de contraste que puede ser ingerido o inyectado.

Antes de empezar, el paciente debe quitarse la ropa y joyas del cuerpo. Luego es echado boca arriba en una camilla. Para una resonancia magnética de cáncer de mamas, se colocará boca abajo con las mamas dentro de una abertura en la camilla.

Dentro del escáner, el campo magnético creado por el imán realinea temporalmente las moléculas de agua del cuerpo. Luego, las ondas de radio hacen que estos átomos generen señales que son captadas por el receptor de la computadora y se empieza a construir las imágenes en forma de cortes transversales.

La resonancia magnética puede durar entre 30 a 60 minutos, tiempo durante el cual el paciente debe permanecer totalmente quieto. Los especialistas médicos pueden escuchar y ver todo lo que sucede dentro del escáner y comunicarse con la persona en todo momento.

¿Cuándo hacerse una resonancia magnética para cáncer de mamá?

La resonancia magnética no es una prueba diagnóstica por sí sola porque puede arrojar falsos positivos. Esta sirve como un complemento de las mamografías en casos de mujeres con senos densos que dificulten la identificación de lesiones o que tengan un alto riesgo de padecer cáncer por antecedentes familiares o genéticos.

El papel de la resonancia magnética en cáncer de seno es más importante cuando ya hay un diagnóstico positivo. En este caso, la RM da al médico una visión clara del tamaño de la enfermedad, si hay varios tumores y si están en una o las dos mamas. También ayuda a determinar si hay rezagos de cáncer tras el tratamiento.

Efectos de la resonancia magnética

No hay estudios que demuestran efectos adversos de la resonancia magnética en los pacientes. Al no usar radiación, las resonancias magnéticas no producen cáncer y son totalmente seguras, además de indoloras y no invasivas.

Sin embargo, como todo examen, hay que tener consideraciones previas al estudio. Hay que informar al radiólogo encargado de la toma de imágenes si se tienen marcapasos, prótesis metálicas, dispositivos intrauterinos o cualquier otro metal en el cuerpo. Esto porque el campo magnético puede afectarlos, además de causar distorsiones en los cortes.

En el caso del cáncer de mama, se usará una tinta de contraste. Esto condiciona su aplicación a pacientes con enfermedades renales o hepáticas. También se debe comunicar al radiólogo si se está embarazada y si se está amamantando para tomar las medidas correspondientes.

El único efecto secundario de la resonancia magnética muy poco común puede ser una leve reacción al material de contraste causando náuseas, mareos, dolor de cabeza o dolor en la zona de la inyección.

La resonancia magnética para cáncer de mama es de gran utilidad, pero siempre debes recordar lo importante que es la prevención: realizarse autoexámenes constantes, consultar al médico en caso de cambios en los senos y no dejar de hacerse chequeos anuales.

Esta rutina de autocuidado, combinada con hacer ejercicios, no fumar y tener una alimentación balanceada, son las mejores armas para estar sano y combatir el cáncer. ¿Quieres saber más sobre el cáncer y cómo prevenirlo? Visita nuestro blog y mantente siempre informado.

Referencia:

1. 
   

   Mayo clinic. (n.f.) Resonancia magnética. En: https://www.mayoclinic.org/es-es/tests-procedures/mri/about/pac-20384768

   Sociedad americana de cáncer de mama (n.f.) Imágenes por resonancia magnética (MRI) de los senos. En: https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-de-seno/pruebas-de-deteccion-y-deteccion-temprana-del-cancer-de-seno/imagenes-por-resonancia-magnetica-de-los-senos.html

   Breastcancer.org (n.f.) Resonancia magnética (RM) de mama. En: https://www.breastcancer.org/es/pruebas-deteccion/rm-mama

   Medline Plus (n.f.) Resonancia magnética de las mamas. En: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/007360.htm