El examen de cavidad oral es una práctica básica en el chequeo físico llevado a cabo por cualquier médico. A pesar de que puede parecer algo rutinario sin mucha relevancia, es absolutamente necesario por su papel fundamental en la detección temprana de enfermedades. 

¿En qué consiste?

Se trata de un examen físico cuyo objetivo es revisar a profundidad la cavidad oral para descartar enfermedades o detectar enfermedades de forma oportuna.

Seguramente, en muchas ocasiones un médico general te ha realizado un examen de cavidad oral, no obstante pasa tan rápido que es posible creer que es prescindible en el chequeo. Pero los artículos académicos y los hallazgos demuestran lo contrario. Especialistas, investigadores y médicos insisten en otorgarle a este examen la importancia merecida, pero sobretodo el tiempo necesario para realizar una evaluación minuciosa y completa.

En este sentido, Juan Enrique Berner y otros doctores, afirman en un artículo médico del 2016 que “ningún médico debe pasar por alto el examen físico de la cavidad oral por el gran espectro de patologías que expresan signos en sus diferentes estructuras”¹. Especialmente, si se tratan de médicos generales, que tienen la responsabilidad de llamar la atención y referir a los pacientes a otras especialidades, según sea el caso.  

¿Qué puede detectar este examen?

El experto Federico Bonilla-Marín indica que para realizar un examen de cavidad oral completo y sistemático es necesario revisar labios, surco gingivolabial, encías, dientes, lengua, piso de la boca, el paladar en sus dos porciones, la úvula y la fosa amigdalina², debido a que cada una de estas partes otorga información valiosa sobre ciertas enfermedades o patologías.

A continuación detallaremos para qué sirve chequear cada parte de la cavidad oral, según las indicaciones del Doctor Juan Enrique Berner y otros investigadores en su artículo académico de 2016, respecto al tema y qué enfermedades se pueden diagnosticar con su evaluación:

Labios: el estado de éstos otorgan información importante al médico. Un examen íntegro contempla las manchas porque pueden corresponder a petequias o signos carenciales; las placas hiperpigmentadas porque pueden ser signos de lesiones precancerosas o cancerosas; las depresiones en los labios pueden indicar signos de enfermedades venéreas como el chancro y otras como el herpes labial o úlceras orales.

Saliva: la saliva también ofrece datos relevantes. El flujo salival en su estado normal es claro y acuoso. Sin embargo, éste puede tornarse purulento o incluso desaparecer en caso de sialoadenitis; o espesarse en caso de padecer el síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune que ataca las glándulas que producen las lágrimas y la saliva.

Paladar: con el chequeo del paladar se puede diagnosticar tempranamente el padecimiento del torus palatino, un crecimiento anormal en el paladar duro, así como otras lesiones como úlceras, petequias, signos de candidiasis y tumores.

Amígdalas: aumentos significativos de las amígdala dan lugar a sospechas de tumores primarios o secundarios, especialmente la presencia del linfoma de no Hodgkin. Asimismo, la orofaringe y las amígdalas son susceptibles de inflamarse o ulcerarse frente a diversas infecciones, por lo cual es un indicador importante.

Lengua: evaluando las características de la lengua como su forma y tamaño pueden detectarse ciertas patologías como hipotiroidismo, acromegalia (secreción excesiva de la hormona del crecimiento) o incluso amiloidosis (acumulación de amiloide en algunos órganos). Por otra parte, la inflación de la lengua puede indicar patologías autoinmunes, reacciones adversas a medicamento o carencia de vitamina B12. 

Encías y dientes: a través de su chequeo se pueden detectar caries, presencia de sarro, gingivitis, pero también puede dar cuenta de síntomas relacionados con otros padecimientos como el síndrome de Sjögren, exposición a jugos gástricos en pacientes con reflujo gastroesofágico o bulimia nerviosa.

En definitiva, la práctica del examen de cavidad oral es imprescindible puesto que es una importante arma para detectar enfermedades tempranamente y además es un excelente indicador para contribuir a diagnósticos más completos de algunos padecimientos.

Bonilla-Marín destaca que este procedimiento debe ser “ineludible y debe realizarse en forma sistematizada en todo paciente”. Y con sistemático se refiere a dedicar el tiempo necesario para chequear cada una de las partes que mencionamos anteriormente con el objetivo de descartar o encontrar hallazgos importantes para diagnósticos tempranos o como medidas preventivas.

Descubre aquí cómo son las pruebas de salud preventiva para detectar las enfermedades a tiempo. 

Referencias 

1. Berner, J. E., Will, P., Loubies, R., & Vidal, P. (2016). Examen físico de la cavidad oral. Medicina cutánea ibero-latino-americana, 44(3), 167-170.

2. Federico Bonilla-Marín (2011). Exploración de la cavidad oral. Archivos de Medicina General de México. Año 2, Nº 7. Recuperado en:  https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=83061