El cáncer de piel se genera por un crecimiento anormal de células dérmicas. En verano, la exposición a los rayos UV aumenta, por lo que es importante tomar consciencia de esta enfermedad. 

Una de las formas de hacerlo es aprendiendo a identificar posibles señales tempranas de cáncer de piel. Por suerte, hacerlo no es muy difícil. Toma en cuenta las siguientes recomendaciones para buscar y detectar a tiempo esas señales según el tipo de cáncer de piel. Esto ayudará significativamente, pues el cáncer será mucho más fácil de tratar.

¿Dónde se desarrolla el cáncer de piel?

Se manifiesta principalmente en las zonas de la piel más expuestas al sol, como el cuero cabelludo, el rostro, los labios, las orejas, el cuello, el pecho, los brazos y las manos. En el caso de las mujeres, las piernas. Pero también puede formarse en áreas que rara vez ven la luz del día, como las palmas de las manos, debajo de las uñas y en el área genital¹.

Cuando el cáncer ocurre en personas con tonos de piel oscuros, es más probable que aparezca en áreas que normalmente no están expuestas al sol, como las palmas de las manos y las plantas de los pies.

Autodetección: cuándo realizarla y qué tomar en cuenta

Todas las personas deberían examinarse el cuerpo entero, de la cabeza a los pies, al menos una vez al mes. En la autodetección, presta atención a lo siguiente²:

• Nuevos lunares o brotes.
• Lunares o brotes que hayan crecido.
• Lunares o brotes que hayan cambiado significativamente en tamaño, forma o color.
• Lesiones que cambian, pican, sangran o que no se curan.

No obstante, la señal más común de cáncer de piel es una mancha, lunar o zona de color rosado o marrón.

Señales y síntomas de cáncer

El cáncer de células basales y el cáncer de células escamosas son los tipos más comunes de cáncer de piel, pero no son tan peligrosos como el melanoma. Pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero es más probable que se formen en el cuello, la cabeza o el rostro, que son las áreas más expuestas al sol.

El cáncer de piel de células basales puede lucir de la siguiente manera:

• Una área de la piel plana, firme, pálida o amarilla similar a un cicatriz.
• Una área de la piel rojiza, elevada y a veces con picazón.
• Bultos pequeños, brillantes, perlados o rojos translúcidos, que pueden tener áreas azules, marrones o negras.
• Un crecimiento perlado con extremos elevados y centro más bajo, con vasos sanguíneos que pueden extenderse como los rayos de una rueda.
• Una úlcera con costras o sangrante que se cura y regresa.

Por otro lado, un carcinoma de células escamosas puede lucir de la siguiente manera:

• Un área rojiza escamosa o áspera que puede cicatrizar o sangrar.
• Un crecimiento elevado o bulto, a veces con un centro más bajo.
• Una úlcera abierta con costras o sangrante que se cura y regresa.
• Un crecimiento parecido a una verruga.

¿Cómo identificar un melanoma?

El melanoma puede formarse en cualquier parte del cuerpo: en la piel normal o en un lunar existente que se vuelve canceroso. Aparece con mayor frecuencia en el rostro o el tronco de los hombres afectados. En las mujeres, este tipo de cáncer se desarrolla más a menudo en la parte inferior de las piernas.

Tanto en los hombres como en las mujeres, el melanoma se puede producir en la piel que no ha sido expuesta al sol. 

La regla ABCDE³ es un método muy útil para identificar las señales habituales del melanoma. Permanece alerta si observas lunares con cualquiera de las siguientes características:

¿Cuál es el aspecto de un lunar normal?

Por lo general, un lunar normal es una mancha de color uniforme café, canela o negro en la piel. Puede ser plano o prominente, redondo u ovalado. Generalmente, los lunares miden menos de 6 milímetros de ancho. Algunos lunares pueden estar presentes al momento de nacer, pero la mayoría aparece durante la infancia o la juventud. 

Una vez que se ha originado un lunar, por lo general conservará el mismo tamaño, forma y color por muchos años. Eventualmente, algunos lunares pueden desaparecer.