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Jefe médico de tratamiento ambulatorio y medicina integrativa.
Conocida como la “dieta milagrosa”, la dieta alcalina se ha puesto de moda en los últimos años. Sus seguidores promueven una relación entre dieta alcalina y cáncer que no tiene sustento científico.
A continuación, te contamos toda la verdad de la dieta alcalina ¡sigue leyendo!
Dieta alcalina y cáncer: 8 preguntas básicas
Son creencias sin base científica que aseguran una curación milagrosa. Sus promotores muchas veces dan a entender que sus “dietas anticáncer” pueden sustituir a los tratamientos médicos especializados. Por ello, son altamente peligrosas para un paciente con cáncer. Algunas de estas son las dietas cetogénica y la macrobiótica; pero la más famosa es la dieta alcalina.
Es una creencia según la cual consumir ciertos alimentos puede disminuir la acidez de la sangre. Al modificar el pH del organismo, señalan sus promotores, es posible curar el cáncer. Este es uno de los más peligrosos mitos de la dieta alcalina.
Que el 80% de los alimentos que se ingieren deben ser alcalinos o alcalinizantes, como frutas y verduras. El 20% restante pueden ser productos ácidos como proteínas y lácteos.
Además, sus promotores recomiendan ingerir suplementos vitamínicos. Incluso piden alcalinizar el agua, antes de beberla, hasta alcanzar un pH de 8.5. No obstante, esto no tiene validez científica: la dieta alcalina no cura el cáncer.
Porque no existe ninguna evidencia científica sobre sus beneficios. Aunque la dieta puede influir en la acidez de la orina, no puede cambiar el pH de la sangre.
De hecho, el cuerpo humano tiene mecanismos de control que mantienen el pH sanguíneo dentro de cierto rango1.
El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (AICR) concluyó que esta teoría no tiene evidencia científica2. Además, indicó que cambiar el pH de las células es imposible en la práctica. En suma, no existe relación entre dieta alcalina y cáncer.
El estadounidense Robert O. Young. En el 2017 fue condenado a pasar varios meses en la cárcel por ejercer la medicina sin licencia. A fines del 2018, una corte de San Diego, EE.UU., le exigió pagar 105 millones de dólares a la familia de una ex paciente.
El motivo: Young persuadió a la paciente a renunciar a su tratamiento médico para seguir su dieta alcalina. Esto provocó que su enfermedad progresara a una incurable etapa 4, tras lo cual falleció3.
No. La dieta alcalina no cura el cáncer ni detiene su evolución. De hecho, ningún tipo de dieta puede sustituir los tratamientos médicos especializados contra el cáncer, como cirugía, quimioterapia y radioterapia.
Del mismo modo que ningún impacto emocional es capaz de producir cáncer4. No existen estudios científicos que relaciones las emociones con la aparición o la evolución del cáncer.
Porque ciertos aspectos de algunos tipos de cáncer aún son desconocidos. Es más fácil creer en algo tan sencillo como que los alimentos curan el cáncer, que enfrentarse a la incertidumbre. Sobre todo si no se cuenta con el soporte médico adecuado.
La mejor fuente de información es el médico especialista que trata la enfermedad. Cambiar la alimentación durante la enfermedad debe ser una decisión conjunta entre paciente y médico.
Recuerda que en Oncosalud contamos con un equipo especializado que puede asesorarte en temas de nutrición durante y después del tratamiento del cáncer.
Para la dra. Denisse Bretel, jefa del área de Medicina Integrativa de Oncosalud, nadie debe seguir la dieta alcalina: “Lo único que ha demostrado tener cierto valor para prevenir el cáncer y enfermedades cardiovasculares es la dieta mediterránea. Pasta pero con mucha verdura; carnes pero no con papas fritas; no tomar gaseosas pero sí mucha agua; usar aceite de oliva pero no para freír”.
De acuerdo con la especialista, lo primero que se debe hacer es entender que cada organismo es diferente. Y que cada enfermedad tiene retos particulares. Por eso en Oncosalud las asesorías de nutrición son personalizadas.
“Va a depender de las actividades y de la enfermedad, del diagnóstico y del tratamiento que se va a recibir. Por ejemplo, hay tratamientos médicos que sueltan el estómago. Si se consumen más verduras, va a ser peor”, dice la dra. Bretel. Luego, añade: “A veces no necesitas cambiar tu alimentación, y a veces el doctor pedirá cambiar ciertos alimentos. Pero siempre cada caso se ve de manera individual”.
El AICR recomienda mantener una alimentación saludable, rica en frutas y verduras5. Además, recomienda limitar el consumo de carnes rojas, alimentos procesados, azúcar y alcohol.
Por su parte, el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. señala la importancia de seguir un patrón de dieta saludable6. Así, durante toda la vida: consumir alimentos variados, enfocándose en las cantidades y en la densidad de los nutrientes; limitar los azúcares añadidos, las grasas saturadas y la sal.
La dra. Bretel explica una manera sencilla de alimentarse bien para prevenir enfermedades: 5 porciones entre frutas y verduras al día y de 5 colores diferentes. Por ejemplo, frutas en el desayuno y a media mañana; verduras en el almuerzo, frutas a media tarde y verduras en la cena. Y que sean de colores variados: arándanos, papaya, piña, fresas, zanahorias, vainitas, tomates, brócoli, etc.
En Oncosalud nos preocupamos por brindar información confiable para reducir los factores de riesgo del cáncer. Por eso, ponemos a tu disposición diversos artículos sobre nutrición. Encuéntralos aquí ¡y vive saludable!
Jefe médico de tratamiento ambulatorio y medicina integrativa.
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