
Conoce los factores de riesgo para desarrollar melanoma
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Médico Oncólogo. Jefe de Unidad de Guías de Práctica Clínica AUNA. Posgrado en Evaluación de Tecnologías Sanitarias.
Cada año, con la llegada del verano vuelven a sonar las alarmas del cáncer de piel. Y no es para menos. Este tipo de cáncer es uno de los más comunes. Solo en el 2018, se detectaron 3500 nuevos casos de esta enfermedad en nuestro país. Asimismo, anualmente se registran 700 muertes de personas con este tipo de neoplasia1.
Existen tres tipos principales de cáncer de piel: el carcinoma de células basales, el carcinoma de células escamosas y el melanoma. Este último es el más peligroso. En este artículo nos dedicaremos a repasar los principales factores de riesgo que puede presentar una persona. Presta atención a ellos para que puedas tomar las medidas necesarias de prevención y protección.
¿Qué es el melanoma?
El melanoma, el tipo más grave de cáncer de piel, aparece cuando las células llamadas melanocitos se convierten en malignas. Los melanomas pueden formarse en cualquier parte del cuerpo. Con mayor frecuencia, aparecen en partes que estuvieron expuestas al sol, como la espalda, las piernas, los brazos y el rostro.
Sin embargo, también pueden producirse en áreas que no tienen mucha exposición solar, como las plantas de los pies, las palmas de las manos y los lechos de las uñas. Estos melanomas ocultos son más frecuentes en personas que tienen la piel más oscura2.
Los primeros signos y síntomas del melanoma suelen ser:
- Un cambio en las características de un lunar preexistente.
- La formación de un nueva lesión, bulto pigmentado o de aspecto inusual en la piel.
El melanoma se desarrolla con más frecuencia en mujeres que en hombres, aunque generalmente tiene un mejor pronóstico para las pacientes del género femenino3.
Hay varios factores de riesgo que pueden hacer que una persona tenga más probabilidades de padecer melanoma. A continuación, analizamos los más comunes.
1. Exposición a la luz ultravioleta
El factor de riesgo más común suele ser la exposición de forma excesiva a las radiaciones ultravioletas (UV), ya que aumentan el riesgo de contraer cáncer de piel.
De igual manera, las personas que se exponen de forma excesiva a la luz de las lámparas de cabinas bronceadoras tienen también mayor riesgo de contraer cáncer de piel5.
Existe un mayor número de melanomas en latitudes más cercanas al ecuador, ya que reciben gran exposición solar. El Perú ocupa el primer lugar del mundo en altos índices de radiación ultravioleta1. Por eso, es esencial limitar la exposición a la radiación UV y usar bloqueador solar. Esto puede ayudar a reducir, en gran medida, el riesgo de tener melanoma.
2. Muchos lunares
La mayoría de los lunares nunca causarán ningún problema, aunque una persona que tiene muchos lunares es más propensa a padecer melanoma.
Por lo general, los lunares normales son de color uniforme, como tostado, marrón o negro, y tienen un borde distinto que separa el lunar de la piel que lo rodea. Son ovalados o redondos y, a menudo, miden alrededor de 6 milímetros de diámetro.
Para identificar las características de lunares inusuales que pueden indicar melanomas u otros tipos de cáncer de piel, existe el método ABCDE:
- Asimetría (A). Busca lunares con forma irregular, como dos mitades que tienen un aspecto muy diferente.
- Borde irregular (B). Busca lunares con bordes irregulares, cortes u ondas, características de los melanomas.
- Cambios de color (C). Busca crecimientos en lunares que tengan muchos colores o una distribución desigual.
- Diámetro (D). Busca nuevos crecimientos que tengan más de 1/4 de pulgada (alrededor de 6 milímetros).
- Evolución (E). Busca cambios en el tiempo, como un lunar que crece de tamaño o que cambia de color o forma. Los lunares también pueden evolucionar para desarrollar nuevos signos y síntomas, como picazón o sangrado.
El aspecto de los lunares cancerosos (malignos) varían mucho. Algunos pueden presentar todos los cambios mencionados anteriormente, mientras que otros pueden tener solo una o dos características inusuales.
3. Tipo de piel
El color de la piel, los ojos y el cabello son importantes para determinar el riesgo de cáncer de piel y melanoma ante la exposición inadecuada del sol. Por ejemplo, el riesgo es 20 veces mayor en personas de raza blanca que en las de raza negra5.
De esta manera, están bajo un mayor riesgo las personas de raza blanca con cabello rubio o pelirrojo que tienen ojos azules o verdes, con piel muy blanca, que se queman o se llenan de pecas con facilidad.
4. Antecedentes personales o familiares
El riesgo de padecer melanoma es mayor si uno o más familiares de primer grado (madre, padre, hermanos o hijos) lo han tenido. Aproximadamente, el 10 % de todas las personas con melanoma tienen antecedentes familiares de esta enfermedad.
Asimismo, cualquier persona que haya padecido un cáncer de piel corre un mayor riesgo de desarrollar otro, normalmente porque las células de la piel presentan daños solares irreversibles. Asimismo, el melanoma es más frecuente en las personas que ya lo han desarrollado.
Ante cualquier sospecha de presentar alguno de los cambios mencionados anteriormente en el método ABCDE, debe realizar una consulta con un especialista.

Médico Oncólogo. Jefe de Unidad de Guías de Práctica Clínica AUNA. Posgrado en Evaluación de Tecnologías Sanitarias.
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Existen tres tipos principales de cáncer de piel: el carcinoma de células basales, el carcinoma de células escamosas y el melanoma. Este último es el más peligroso. En este artículo nos dedicaremos a repasar los principales factores de riesgo que puede presentar una persona. Presta atención a ellos para que puedas tomar las medidas necesarias de prevención y protección.
¿Qué es el melanoma?
El melanoma, el tipo más grave de cáncer de piel, aparece cuando las células llamadas melanocitos se convierten en malignas. Los melanomas pueden formarse en cualquier parte del cuerpo. Con mayor frecuencia, aparecen en partes que estuvieron expuestas al sol, como la espalda, las piernas, los brazos y el rostro.
Sin embargo, también pueden producirse en áreas que no tienen mucha exposición solar, como las plantas de los pies, las palmas de las manos y los lechos de las uñas. Estos melanomas ocultos son más frecuentes en personas que tienen la piel más oscura2.
Los primeros signos y síntomas del melanoma suelen ser:
- Un cambio en las características de un lunar preexistente.
- La formación de un nueva lesión, bulto pigmentado o de aspecto inusual en la piel.
El melanoma se desarrolla con más frecuencia en mujeres que en hombres, aunque generalmente tiene un mejor pronóstico para las pacientes del género femenino3.
Hay varios factores de riesgo que pueden hacer que una persona tenga más probabilidades de padecer melanoma. A continuación, analizamos los más comunes.
1. Exposición a la luz ultravioleta
El factor de riesgo más común suele ser la exposición de forma excesiva a las radiaciones ultravioletas (UV), ya que aumentan el riesgo de contraer cáncer de piel.
De igual manera, las personas que se exponen de forma excesiva a la luz de las lámparas de cabinas bronceadoras tienen también mayor riesgo de contraer cáncer de piel5.
Existe un mayor número de melanomas en latitudes más cercanas al ecuador, ya que reciben gran exposición solar. El Perú ocupa el primer lugar del mundo en altos índices de radiación ultravioleta1. Por eso, es esencial limitar la exposición a la radiación UV y usar bloqueador solar. Esto puede ayudar a reducir, en gran medida, el riesgo de tener melanoma.
2. Muchos lunares
La mayoría de los lunares nunca causarán ningún problema, aunque una persona que tiene muchos lunares es más propensa a padecer melanoma.
Por lo general, los lunares normales son de color uniforme, como tostado, marrón o negro, y tienen un borde distinto que separa el lunar de la piel que lo rodea. Son ovalados o redondos y, a menudo, miden alrededor de 6 milímetros de diámetro.
Para identificar las características de lunares inusuales que pueden indicar melanomas u otros tipos de cáncer de piel, existe el método ABCDE:
- Asimetría (A). Busca lunares con forma irregular, como dos mitades que tienen un aspecto muy diferente.
- Borde irregular (B). Busca lunares con bordes irregulares, cortes u ondas, características de los melanomas.
- Cambios de color (C). Busca crecimientos en lunares que tengan muchos colores o una distribución desigual.
- Diámetro (D). Busca nuevos crecimientos que tengan más de 1/4 de pulgada (alrededor de 6 milímetros).
- Evolución (E). Busca cambios en el tiempo, como un lunar que crece de tamaño o que cambia de color o forma. Los lunares también pueden evolucionar para desarrollar nuevos signos y síntomas, como picazón o sangrado.
El aspecto de los lunares cancerosos (malignos) varían mucho. Algunos pueden presentar todos los cambios mencionados anteriormente, mientras que otros pueden tener solo una o dos características inusuales.
3. Tipo de piel
El color de la piel, los ojos y el cabello son importantes para determinar el riesgo de cáncer de piel y melanoma ante la exposición inadecuada del sol. Por ejemplo, el riesgo es 20 veces mayor en personas de raza blanca que en las de raza negra5.
De esta manera, están bajo un mayor riesgo las personas de raza blanca con cabello rubio o pelirrojo que tienen ojos azules o verdes, con piel muy blanca, que se queman o se llenan de pecas con facilidad.
4. Antecedentes personales o familiares
El riesgo de padecer melanoma es mayor si uno o más familiares de primer grado (madre, padre, hermanos o hijos) lo han tenido. Aproximadamente, el 10 % de todas las personas con melanoma tienen antecedentes familiares de esta enfermedad.
Asimismo, cualquier persona que haya padecido un cáncer de piel corre un mayor riesgo de desarrollar otro, normalmente porque las células de la piel presentan daños solares irreversibles. Asimismo, el melanoma es más frecuente en las personas que ya lo han desarrollado.
Ante cualquier sospecha de presentar alguno de los cambios mencionados anteriormente en el método ABCDE, debe realizar una consulta con un especialista.

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