La dermis es la capa más grande de la piel, el órgano más extenso del cuerpo humano que lo recubre en toda su extensión. Esta misma cumple numerosas funciones como estéticas, inmunológicas, de soporte, etc.

La piel es uno de los órganos más necesarios para la vida del ser humano. Es por esto que es de suma importancia tomar medidas para su cuidado.

Este órgano está compuesto por distintas capas llamadas epidermis, dermis e hipodermis.

La composición de cada una de estas capas es variada, lo que a su vez le proporciona distintas funciones.

¿Qué es la dermis?

La dermis es la segunda y más gruesa de todas las capas de la piel. 

Esta viene por debajo de la epidermis, la cual es la capa más externa y que se encuentra en contacto directo con el mundo exterior.

La dermis de la piel es muy rica en fibras colágenas y células llamadas fibroblastos, las cuales se encargan de su mantenimiento. 

También posee glándulas sudoríparas y sebáceas, vasos sanguíneos, linfáticos y fibras de músculo liso. 

Gracias a su alto contenido de ácido hialurónico también retiene mucha agua. Esto le confiere  su elasticidad característica.

¿Cuál es la función de la dermis?

La dermis posee varias funciones, entre ellas cumple las siguientes:

• Protección: la dermis es la segunda capa de la piel. Por lo tanto, es la segunda línea de defensa inmunológica del cuerpo y lo cumple a través de su gran red de vasos sanguíneos por donde viajan todas las células de defensa del organismo.
• Nutrición: gracias a su amplia vascularización, es capaz de brindarle los nutrientes necesarios tanto a todos los elementos que la componen como a la epidermis, la cual carece de vascularización.
• Termorregulación: se logra mediante la secreción de las glándulas sudoríparas, así como también la dilatación o constricción de los vasos sanguíneos.
• Soporte: su alta concentración de fibras colágenas, reticulares y retención de líquidos le confiere fuerza, densidad y elasticidad a este tejido. Lo que le permite a la piel ser el órgano de sostén de todo el cuerpo.
• Inervación: en esta capa se encuentran numerosas terminaciones nerviosas que le permiten el intercambio de la persona con el mundo exterior, son las responsables de la sensación al tacto, el dolor, las sensaciones térmicas, etc.

Importancia de la piel 

La piel es uno de los órganos más importantes para la vida debido a que ejerce muchas funciones muy relevantes.

Al envejecer, las fibras colágenas y reticulares se van deteriorando y con ella se deteriora su poder de soporte, lo que a su vez genera ese aspecto antiestético de las arrugas.

El proceso de envejecimiento es normal, sin embargo existen algunas medidas que pueden aplicarse para mantener una piel sana y fuerte cómo mantenerse hidratado y siempre usar protector solar.

No obstante, una revisión periódica de rutina con el dermatólogo es importante para asegurarse del buen estado de este órgano y de que se está manteniendo la rutina necesaria para preservar en buen estado cada tipo de piel.

Beneficios de tener una piel sana

Tener una piel sana conlleva sin duda muchas recompensas inmediatas, como un cutis resplandeciente y una mayor confianza en uno mismo. 

Sin embargo, los verdaderos beneficios de cuidar la piel van mucho más allá de la apariencia. 

Una piel sana puede reducir las molestias y la irritación asociadas a afecciones como el eccema o la psoriasis, mientras que los exámenes físicos periódicos pueden incluso ayudar a detectar antes problemas de salud preocupantes, como el melanoma.

Consejos para mantener una piel sana

Cuidar la piel es esencial.

Es importante beber mucha agua a lo largo del día, ya que ayuda a eliminar toxinas y mantiene el cuerpo hidratado. 

Además, asegúrate siempre de utilizar una crema hidratante que se adapte a tu tipo de piel; si sufres de grasa o sequedad, busca productos adaptados específicamente a esas necesidades. 

Por último, no olvides proteger tu piel con crema solar si pasas tiempo al aire libre: los rayos UV pueden dañar la piel con el tiempo y provocar un envejecimiento prematuro u otros problemas más serios en la piel. 

Combinar estos hábitos es la clave para conseguir y mantener una piel sana.