¿Has oído hablar alguna vez de la prevención terciaria? La prevención terciaria es un aspecto menos conocido pero extremadamente importante de la asistencia sanitaria. Este artículo te explicará qué es la prevención terciaria. Sigue leyendo para obtener más información.

En lo que respecta a la atención sanitaria, hay varios niveles de prevención: primaria, secundaria y terciaria. 

La prevención primaria se centra en evitar la enfermedad o las lesiones en primer lugar.

Mientras que la prevención secundaria consiste en la detección y el tratamiento precoces de los problemas de salud. 

¿Qué es la prevención terciaria?

La prevención terciaria es un término utilizado en la salud pública y la medicina para describir las acciones que se llevan a cabo después de que se haya producido una enfermedad o afección. 

Se trata de reducir el riesgo de complicaciones y afecciones secundarias y de mejorar la salud general de las personas con una enfermedad.

¿Cuáles son los objetivos de la prevención terciaria?

Los objetivos de la prevención terciaria son reducir la gravedad de los casos existentes, evitar la muerte por complicaciones y mejorar la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad o afección.

Además, busca reducir la discapacidad y las lesiones causadas por la enfermedad o afección, y mejorar la eficiencia general de los sistemas sanitarios.

Las estrategias de prevención terciaria suelen incluir la educación y el asesoramiento para ayudar a las personas a gestionar su enfermedad de forma eficaz.

¿Cuáles son los beneficios de la prevención terciaria?

Al ayudar a las personas a gestionar mejor sus problemas de salud, la prevención terciaria puede mejorar la calidad de vida y reducir la necesidad de tratamientos más caros e invasivos en el futuro. 

Además, la prevención terciaria ayuda a las personas a reincorporarse a la vida laboral, social y familiar.

¿Cuáles son los métodos más comunes de prevención terciaria?

En lo que respecta a la prevención terciaria, hay varios métodos diferentes que se utilizan habitualmente. 

Uno de los más comunes es la vigilancia, que consiste en controlar a los pacientes a los que ya se les ha diagnosticado una enfermedad para detectar a tiempo cualquier problema potencial. 

Otro método habitual es la educación, que puede ayudar a los pacientes a aprender a gestionar su enfermedad y evitar que empeore. 

La prevención terciaria abarca todas aquellas acciones que ayuden a la recuperación de la enfermedad, la rehabilitación física y psicológica y la integración social.

Ejemplos de prevención terciaria

Como ya hemos visto, la prevención terciaria se centra en el tratamiento de personas que ya han desarrollado una enfermedad o afección. 

Los ejemplos incluyen:

Gestión de los cuidados crónicos: Incluye el seguimiento y la coordinación de los planes de tratamiento a largo plazo de los pacientes para controlar las enfermedades crónicas, como las cardiopatías, la diabetes o el asma.

Gestión de los cuidados de rehabilitación: Los cuidados de rehabilitación se centran en ayudar a las personas con discapacidades a volver al trabajo o a la escuela después de una lesión o enfermedad.

El objetivo es ayudar a los pacientes a recuperar su independencia y autosuficiencia. 

La gestión de los cuidados de rehabilitación puede incluir: proporcionar terapia física, ocupacional y del habla. 

Ayudar a la formación laboral o a la educación para volver a trabajar o a estudiar. 

Permitir que las personas discapacitadas vivan de forma independiente proporcionándoles ayuda con las tareas domésticas, la preparación de las comidas y el transporte.

Para conseguir los mejores resultados posibles, es necesario combinar todos los tipos de prevención y aplicarlos de forma integrada.

Esto le permitirá proporcionar a los pacientes un nivel óptimo de atención y prevenir las complicaciones en una fase temprana.