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Líquido Serohemático: Qué Debes Saber

Líquido Serohemático: Qué Debes Saber

Lectura de 3 minuto(s)

Si sientes un bulto debajo de la piel, es posible que tengas líquido serohemático. En este artículo, te explicaremos lo que debes saber sobre él.

¿Qué es el líquido serohemático?

El líquido serohemático es una mezcla de dos tipos de fluidos: suero y sangre. Es un líquido claro y amarillento que suele encontrarse en las heridas o sitios de incisión durante el proceso de curación. 

Este líquido contiene tanto elementos del suero (la parte líquida de la sangre) como glóbulos rojos y blancos.

Causas de la presencia de líquido serohemático

El líquido serohemático puede aparecer debido a diferentes circunstancias y condiciones que afectan al cuerpo. 

Uno de los escenarios más comunes en los que podría encontrarse este líquido es después de una cirugía. 

Durante una intervención quirúrgica, los tejidos del cuerpo son cortados y manipulados, y como resultado, el cuerpo produce líquido serohemático.

En la mayoría de los casos, este líquido es naturalmente absorbido por el sistema linfático de nuestro cuerpo. 

Sin embargo, en ciertas ocasiones, puede haber una producción de líquido más abundante de lo normal o el espacio donde podría acumularse es bastante amplio. 

Cuando esto sucede, ocurre una acumulación de líquido, dando lugar a la formación de un seroma.

Además de las cirugías, el traumatismo o lesión también es una causa de la producción de líquido serohemático. 

Síntomas

Los síntomas varían dependiendo de la ubicación y causa subyacente de la acumulación. 

Podría notarse una masa o bulto suave al tacto en el sitio de acumulación del líquido. Este bulto podría ser móvil y varía en tamaño.

Dependiendo de la ubicación, la acumulación de líquido serohemático puede causar molestias o dolor en el área afectada. 

Además, la zona afectada puede mostrar signos de inflamación debido a la acumulación de fluido, y haber un cambio en el color de la piel, volviéndose roja debido a la acumulación de líquido serohemático.

Diagnóstico

Un médico podría realizar un examen físico, evaluando la zona afectada para identificar la presencia de bultos, inflamación y otros signos visibles o palpables.

Para una evaluación más detallada y confirmar la presencia de líquido serohemático, el médico podría solicitar pruebas de imagen como una ecografía.

Estas pruebas permiten visualizar la acumulación de líquido y descartar otras posibles causas de los síntomas presentes.

Tratamiento para la acumulación del líquido serohemático

El tratamiento adecuado para manejar la acumulación de líquido serohemático puede variar según el tamaño y la ubicación de la acumulación de este líquido. 

En ciertos casos, el cuerpo puede manejar de manera efectiva la acumulación de líquido serohemático, permitiendo que se reabsorba naturalmente con el tiempo. 

Esto es más probable que ocurra cuando la cantidad de líquido acumulado es pequeña y no está causando síntomas significativos o molestias.

Si el líquido serohemático no se reabsorbe de manera natural o si está causando síntomas como dolor o inflamación significativa, podría ser necesario realizar un procedimiento para drenar el líquido manualmente.

El enfoque específico del tratamiento será determinado por un profesional médico, basándose en una evaluación cuidadosa de la condición individual del paciente, incluyendo la causa subyacente de la acumulación de líquido, los síntomas presentes y la salud general del paciente. 

Además, se podrían considerar otros tratamientos complementarios.

Prevención

Prevenir la acumulación de líquido, especialmente después de un procedimiento quirúrgico, involucra tomar precauciones conscientes para facilitar el proceso de curación y minimizar el riesgo de complicaciones. 

Seguir instrucciones médicas: Es fundamental adherirse estrictamente a las instrucciones proporcionadas por el médico después de una cirugía o procedimiento. 

Esto puede incluir recomendaciones sobre cómo cuidar la herida, qué medicamentos tomar y cómo manejar el dolor o la inflamación.

Restricción de actividad física: Limitar la actividad física durante el período de recuperación postoperatoria es crucial. 

Evitar movimientos bruscos, ejercicios intensos o cualquier actividad que pueda ejercer presión o estrés sobre el área afectada ayudará a prevenir la acumulación de líquido serohemático y facilitará una recuperación más rápida y eficaz.

Además, es importante mantener una comunicación abierta con el equipo de atención médica para abordar cualquier preocupación o síntoma inusual que pueda surgir durante el período de recuperación.

Oncosalud
Oncosalud

Entidad oncológica especializada en prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer.

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