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Entidad oncológica especializada en prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer.
¿Te han diagnosticado gastritis crónica o conoces a alguien que lo padece? Si es así, probablemente te estés preguntando si la gastritis crónica tiene cura. En este artículo se analizan las diferentes opciones de tratamiento.
La gastritis crónica se caracteriza por una inflamación prolongada del revestimiento interno del estómago, que puede extenderse por meses o incluso años.
Los signos más habituales son molestias en el abdomen, una sensación de ardor en la zona gástrica, náuseas y, a veces, episodios de vómito.
Es importante diferenciarla de la gastritis aguda, que es una condición más breve y generalmente más fácil de tratar.
Las causas más comunes son:
Infección por la bacteria Helicobacter pylori: Esta bacteria es una de las causas más comunes de la gastritis crónica. Si no se trata, la infección puede perdurar durante años y dar lugar a úlceras e incluso cáncer de estómago.
Uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): Medicamentos como ibuprofeno y ácido acetilsalicílico (aspirina) pueden irritar el estómago y aumentar el riesgo de gastritis cuando se usan durante un tiempo prolongado o en dosis altas.
Consumo excesivo de alcohol: El alcohol puede irritar y corroer el revestimiento del estómago, lo que lleva a la inflamación y a la gastritis crónica cuando se consume en grandes cantidades y durante períodos prolongados.
Enfermedades sistémicas autoinmunes: Esta gastritis suele afectar a pacientes con enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, artritis reumatoide y otras.
Estrés: Si bien el estrés por sí solo generalmente no causa gastritis, puede exacerbar los síntomas y dificultar la recuperación.
Comprender estos factores de riesgo puede ayudarte a tomar medidas preventivas y a abordar la enfermedad de manera más eficaz con tu equipo médico.
Si has estado experimentando síntomas que te hacen sospechar de gastritis crónica, el primer paso es acudir a un médico para una evaluación completa.
El diagnóstico empieza por un examen físico.
Tu médico te preguntará sobre tus síntomas, historial médico y los medicamentos que estás tomando.
Análisis de sangre y de heces pueden ayudar a descartar otras condiciones y, en algunos casos, detectar una infección por Helicobacter pylori.
Mediante una endoscopia el médico puede examinar directamente el revestimiento del estómago mediante un tubo delgado y flexible equipado con una cámara.
En muchos casos, la gastritis crónica se cura cuando se controla el agente que lo causa.
Por ejemplo, si una infección de H. pylori es la culpable, los antibióticos pueden erradicar la bacteria y aliviar los síntomas y molestias.
En casos donde los AINEs están provocando la gastritis, interrumpir su uso podría ser la respuesta.
Si el abuso de alcohol es el responsable, lo más recomendable sería dejar de consumirlo.
Antiácidos y otros medicamentos pueden equilibrar los niveles de ácido en el estómago, lo que a menudo alivia los síntomas.
Hay algunas cosas que puedes hacer para reducir el riesgo:
Evitar el alcohol y el tabaco: Ambos son irritantes para el estómago y pueden incrementar la probabilidad de desarrollar gastritis.
Moderación con los AINEs: Si necesitas tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, hazlo bajo la supervisión de un médico y busca alternativas más seguras para el estómago cuando sea posible.
Alimentación balanceada: Una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros puede favorecer la salud estomacal.
Evita alimentos que sepas que irritan tu estómago, como los picantes, ácidos o fritos.
Manejo del estrés: Practica técnicas de relajación como la meditación o el yoga para manejar mejor el estrés, que puede exacerbar los síntomas de la gastritis.
Higiene rigurosa: Dado que la bacteria H. pylori es una causa común de gastritis, mantener un buen nivel de higiene personal y alimentaria puede ayudar a prevenir la infección.
Si tienes factores de riesgo para desarrollar gastritis crónica o ya has tenido episodios en el pasado, tomar medidas preventivas puede marcar una gran diferencia en tu calidad de vida.
Como siempre, para un diagnóstico y tratamiento personalizado de esta patología, se debe consultar con un profesional médico.
La gastritis crónica es una condición persistente que podría prolongarse durante meses o hasta años, particularmente si no recibe el tratamiento adecuado. Aunque los síntomas pueden fluctuar, es una condición que requiere un manejo continuo.
No, la gastritis crónica no es contagiosa. Sin embargo, la bacteria H. pylori que a menudo causa esta afección puede transmitirse a través de alimentos y agua contaminados o mediante el contacto cercano con una persona infectada.
Si bien la gastritis crónica en sí misma no suele causar pérdida de peso, los síntomas como la falta de apetito, náuseas y vómitos pueden llevar a una disminución en la ingesta de alimentos y, por ende, pérdida de peso.
Por sí sola, la gastritis crónica no es un signo de cáncer. Sin embargo, una gastritis crónica no tratada es posible que aumente el riesgo de desarrollar úlceras estomacales y, en casos extremos, cáncer de estómago.
El café es un irritante de la mucosa gástrica y puede empeorar los síntomas de la gastritis. Si eres un amante del café, es recomendable que hables con tu médico sobre si debes limitar o evitar completamente su consumo.
Para realizar estudios, diagnóstico y tratamiento de la gastritis crónica, lo más adecuado es consultar con un gastroenterólogo, que es un médico especializado en trastornos del sistema digestivo.
Si tienes más preguntas o inquietudes sobre la gastritis crónica, la mejor manera de obtener respuestas y orientación específicas es consultando con un médico.
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