El dolor de espalda alta es mucho menos común que el de espalda baja. Abarca desde la base del cuello, extendiéndose desde la parte superior del hombro y escápulas hasta la caja torácica.

El dolor de espalda alta sigue siendo una de las causas más comunes por las cuales las personas buscan atención médica. 

Este dolor, a menudo es descrito como un exceso de tensión en una zona. Sin embargo, sus características pueden variar.

Posibles causas del dolor de espalda alta

Al igual que en los dolores lumbares, los que se manifiestan en la espalda alta también pueden ser causados por múltiples condiciones y enfermedades. 

Si bien la mayoría de estos dolores no representan una complicación de salud para el paciente y se resuelven por sí solos con el tiempo, existen algunos escasos casos en donde pueden ser el indicio de una condición de salud seria.

Algunas de las causas más más frecuentes del dolor de espalda alta incluyen:

• Musculatura débil y malas posturas: es la razón más común para presentar este tipo de dolor. 

Si los músculos no son ejercitados y son expuestos a malas posturas al estar sentados o parados, con el tiempo esto puede crear tensiones en los músculos, ocasionando dolor.

• Sobrecarga muscular: se origina principalmente por acciones repetitivas que pueden ocasionar muchas tensiones musculares, pudiendo lesionarse o incluso presionar nervios dando como resultado dolor. 

Dentro de esta causa se encuentran dolores muy frecuentes ocasionados por trastornos temporomandibulares como el bruxismo.

• Traumatismos: accidentes que involucren cabeza y cuello generalmente pueden causar dolores en la espalda alta.
• Hernias discales: son mucho más comunes en la espalda baja. Sin embargo, también pueden presentarse en la espalda alta y causar dolor.
• Cáncer de pulmón: es algo muy raro. No obstante, tumores en el pecho pueden ocasionar dolores de espalda, especialmente cuando hay metástasis.
  
  

Alternativas de tratamiento

La mayoría de los dolores de espalda alta pueden ser tratados con tratamientos caseros orientados a mejorar los síntomas, como descanso o compresas frías y calientes. 

A su vez, también es posible manejar los síntomas con las siguientes alternativas: 

• Analgésicos: acetaminofén y AINES para aquellos casos leves a moderados, e incluso opioides bajo prescripción médica en casos más severos.
• Fisioterapia: ejercicios de relajación, fortalecer los músculos e incluso flexibilidad pueden ayudar a reducir el dolor.
• Férulas odontológicas: el uso de férulas para controlar los movimientos puede ayudar a disminuir el dolor en aquellos casos donde el dolor de espalda alta pueda ser causado por trastornos temporomandibulares, como el bruxismo.
  
  

Factores de riesgo

El dolor en la parte superior de la espalda es una condición común que puede ser causada por una variedad de factores. 

Las malas posturas, los movimientos repetitivos y la tensión muscular son factores de riesgo habituales. 

Además, enfermedades como la artritis y el cáncer también pueden contribuir al dolor de espalda superior. 

La edad, la obesidad y la genética también pueden influir. 

Al conocer los diversos factores de riesgo del dolor de espalda superior, las personas pueden tomar medidas para reducir el riesgo de desarrollar esta afección.

Cómo prevenir el dolor de espalda alta

Desafortunadamente, no es posible prevenir todas las causas de este tipo de dolor en la espalda alta, en especial aquellos relacionados con enfermedades que afecten el mal funcionamiento del sistema esquelético, como en el caso de la escoliosis. 

Sin embargo, sí es posible prevenir los causantes más frecuentes de este tipo de dolor, siguiendo las siguientes recomendaciones: 

• Mantener los músculos en buena forma, estirandolos con frecuencia y haciendo ejercicio.
• Procurar mantener buena postura estando sentados o parados.
• Hacer uso de las férulas nocturnas en caso de presentar trastornos temporomandibulares.
  
  

Cuándo consultar al médico por dolor de espalda alta

Si el dolor es intenso, dura más de pocos días o va acompañado de otros síntomas como entumecimiento u hormigueo, debes pedir una cita con tu médico. 

Además, si el dolor de espalda va acompañado de fiebre o pérdida de peso, no mejora con el descanso, o tienes antecedentes de cáncer, también debes buscar atención médica para tu dolor de espalda. 

Si recibes un tratamiento temprano, puede ayudar a reducir la gravedad de los síntomas y mejorar el pronóstico general.