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carcinoma de celulas escamosas

Carcinoma de Células Escamosas: Síntomas y Causas

Lectura de 3 minuto(s)

El carcinoma de células escamosas es el segundo cáncer de piel más frecuente. Se desarrolla a partir de un crecimiento anormal y acelerado de la capa de células escamosas de la epidermis, la capa más superficial de la piel.

Este tipo de cáncer generalmente tiene una baja tasa de mortalidad, especialmente cuando es detectado de forma temprana. 

Sin embargo, es mucho más agresivo que los carcinomas de células basales ya que tienden a extenderse hacia otras estructuras del cuerpo mucho más rápido.

Causas de su aparición

El carcinoma de células escamosas se desarrolla a partir de una mutación en el ADN de las células escamosas de la epidermis, la cual es la capa más superficial de la piel. 

Esta mutación, se encuentra estrechamente vinculada a la exposición intensa y prolongada a la radiación ultravioleta. 

Este tipo de radiación es producida por la luz solar o lámparas y camas de bronceado.

No obstante, existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de una persona de desarrollar carcinoma de células escamosas, como lo son: 

  • Radiación: personas que han sido tratadas con radioterapia en cabeza y cuello tienen una alta probabilidad de desarrollar esta enfermedad en las zonas de la piel tratadas.
  • Genética: antecedentes familiares o personales de carcinoma pueden aumentar la predilección a la aparición de más lesiones.
  • Consumo de tabaco y alcohol: es el factor de riesgo principal para el carcinoma de células escamosas en cavidad bucal y tracto respiratorio.
  • Exposición química: algunos químicos, como algunos derivados del petróleo y el arsénico, pueden contribuir a su desarrollo.
  • Inmunosupresión: está vinculada a la aparición de la enfermedad. 

Síntomas del Carcinoma de Células Escamosas

El principal síntoma del carcinoma de células escamosas es la aparición de una lesión indolora en la piel. 

Las lesiones de este tipo de cáncer pueden variar en su apariencia. 

Sin embargo, su forma más común es la de lesiones elevadas de aspecto engrosado, escamosos e irregulares que pueden asemejar verrugas o costras que no cicatrizan.

Generalmente son lesiones dolorosas. No obstante, es posible que exista picazón y sangrado al remover parte de la costra. 

A su vez, el color de la lesión también puede variar. Normalmente es de color rojo o rosado, pero puede aparecer de colores marrones, negros, amarillentos e incluso blancas.

Las lesiones suelen ubicarse en zonas de la piel con alta exposición al sol como las orejas o el dorso de la mano. 

Sin embargo, también pueden aparecer en otras partes del cuerpo, incluyendo el revestimiento de las cavidades y órganos internos, como en el caso de la cavidad bucal.

Otras condiciones asociadas a carcinoma de células escamosas

Este tipo de cáncer se ha visto asociado con algunas otras condiciones o pre cánceres antes de su desarrollo, como lo son:

  • Queilitis o queratosis actínica: son manchas en la piel de aspecto escamoso, ásperas y usualmente blanquecinas que aparecen como consecuencia de exposición solar excesiva.
  • Leucoplasias: son manchas blancas que aparecen en la cavidad bucal, provocadas por irritaciones crónicas como consumo frecuente de tabaco y alcohol.
  • Enfermedad de Bowen: también conocido como carcinoma in situ. Este término indica que la enfermedad se encuentra confinada únicamente a las células de la epidermis y no ha logrado expandirse.

¿Cómo se puede reducir el riesgo de desarrollar un carcinoma de células escamosas?

El carcinoma de células escamosas es el segundo tipo de cáncer de piel más frecuente, y puede ser peligroso si no se trata. 

La buena noticia es que hay cosas que se pueden hacer para reducir el riesgo de desarrollar un carcinoma de células escamosas.

Una de las mejores cosas que puedes hacer es proteger tu piel del sol. 

Esto significa, buscar la sombra cuando se está al aire libre, llevar ropa protectora y utilizar un protector solar con un FPS de 30 o superior. 

También es importante evitar las lámparas solares y las camas de bronceado, que pueden ser tan perjudiciales como la luz solar natural.

Otra forma de reducir el riesgo es evitar el tabaquismo.

El consumo de tabaco contribuye en gran medida al desarrollo del cáncer de piel, por lo que dejar de fumar puede tener un gran impacto positivo.

Por último, es importante que acudas al médico con regularidad para que te revise la piel. 

De este modo, cualquier posible cáncer de piel puede detectarse a tiempo y tratarse antes de que se convierta en un problema mayor.

Siguiendo estos sencillos consejos, puedes ayudar a reducir el riesgo de desarrollar un carcinoma de células escamosas.

Oncosalud
Oncosalud

Entidad oncológica especializada en prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer.

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