El carcinoma basocelular es el tipo más frecuente de cáncer de piel. Surge a partir de un crecimiento descontrolado de células en la epidermis, que es la parte más superficial de la piel.
En condiciones normales, las células basales de la epidermis se encargan de la renovación celular.
Las nuevas células reemplazan poco a poco a las más viejas en la superficie de la piel. Este proceso es controlado por el ADN de estas células.
En algunas ocasiones este ADN puede mutar y perjudicar el balance de producción celular, dando como resultado un carcinoma.
Síntomas de un carcinoma de células basales
Usualmente, esta enfermedad se manifiesta mediante lesiones en la piel que pueden tomar numerosas formas.
Típicamente, son indoloras y el único síntoma que generan es un crecimiento de la misma y el cambio en la apariencia de la piel.
Esto ocurre en las zonas que se encuentran más expuestas al sol, como la cara, orejas, cuello y cuero cabelludo.
Algunas de las características que pueden presentar las lesiones de carcinomas basocelulares son:
- Color: pueden presentar el mismo color de la piel o un color rojizo, rosado, negro, azul, marrón, blanco y de aspecto brillante o transparente. Es más común observar lesiones más pigmentadas en personas de piel oscura.
- Elevación: puede ser una lesión elevada o plana, asemejando más una mancha o lunar.
- Textura: se pueden presentar como lesiones escamosas, costrosas o que asemejan una cicatriz.
A pesar de que típicamente se presentan en zonas con gran exposición al sol, también es posible que aparezcan en zonas protegidas de este, como las plantas de los pies o los genitales.
Cuáles son las causas de un carcinoma basocelular
Los carcinomas de células basales se manifiestan a partir de una mutación del ADN de las células basales.
Esto interviene con la regulación de la producción de células nuevas, acumulándose para formar un tumor.
Esta mutación generalmente se le atribuye a la exposición prolongada o intensa a la radiación ultravioleta de la luz solar.
Sin embargo, existen otros factores que pueden aumentar su riesgo de desarrollo, como lo son:
- Otras maneras de radiación ultravioleta: lámparas o camas de bronceado.
- Radioterapia: haber recibido sesiones de radioterapia de cabeza y cuello aumenta el riesgo de cáncer de piel en las zonas que fueron tratadas.
- Tener piel clara: son personas susceptibles a la exposición solar.
- Edad avanzada: han estado expuestos a la radiación durante más tiempo.
- Antecedentes personales o familiares: es más probable sufrir de cáncer de piel si ya se ha tenido antes o si existe una predisposición genética importante dentro de la familia.
Cómo se diagnostica el carcinoma basocelular
Un médico examinará la piel en busca de áreas que parezcan anormales o inusuales; como lunares que tienen un aspecto diferente, o que tengan bordes irregulares o colores que varían de una zona a otra del mismo lunar.
Otras pruebas pueden incluir una biopsia de piel, que consiste en extraer un pequeño trozo de tejido para examinarlo al microscopio.
¿Se puede prevenir la aparición de carcinomas basocelulares?
No es posible prevenirlo en su totalidad ya que en algunos casos las mutaciones pueden ser de origen genético o aleatorio.
No obstante, existen algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de sufrir de esta enfermedad, como lo son:
- Evitar o disminuir la exposición solar.
- Usar protector solar todo el año, incluso cuando está nublado o se encuentra bajo techo.
- Usar ropa que proteja contra la exposición solar, como sombreros, gorras o viseras.
- Evitar bronceados con camas solares
- Asistir al médico regularmente para revisar la aparición de lesiones en la piel.
.png)