El cáncer de endometrio es uno de los cánceres ginecológicos más comunes. Se origina en el endometrio, el tejido que recubre el interior del útero. Este artículo te proporcionará información sobre el cáncer de endometrio, incluyendo sus causas, síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento.

El cáncer de endometrio es una enfermedad que afecta a miles de mujeres cada año. Si bien puede generar preocupación y miedo, la buena noticia es que, con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, la mayoría de las mujeres pueden superar esta enfermedad. 

Qué es el cáncer de endometrio

El cáncer de endometrio es una patología que afecta mayoritariamente a mujeres después de la menopausia y se desarrolla en el endometrio, que es el revestimiento interno del útero.

El útero es un órgano hueco, con forma de pera, ubicado en la pelvis femenina, donde se desarrolla el feto durante el embarazo. 

El endometrio es la capa interna del útero, rica en vasos sanguíneos, que se prepara cada mes para un posible embarazo. 

Cuando un óvulo no es fecundado, el endometrio se desprende durante la menstruación.

En el cáncer de endometrio, las células del endometrio comienzan a crecer de forma descontrolada, formando un tumor. 

Con el tiempo, este tumor puede invadir el tejido sano circundante, como el miometrio (la capa muscular del útero), y eventualmente puede propagarse a otros órganos del cuerpo, como los ganglios linfáticos, la vagina, el recto, la vejiga, los pulmones o los huesos.

Causas y factores de riesgo

Si bien la causa exacta del cáncer de endometrio no se conoce completamente, existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollarlo. 

Algunos de estos factores, como la edad y la genética, no se pueden modificar, mientras que otros, como el estilo de vida, sí se pueden controlar.

Factores de riesgo que no se pueden modificar

Edad: La edad es uno de los principales factores de riesgo para el cáncer de endometrio.  Este tipo de cáncer se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres mayores de 55 años, y el riesgo aumenta progresivamente con la edad.

Genética: Tener antecedentes familiares de cáncer de endometrio, cáncer de ovario o cáncer de colon aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad. Algunas mutaciones genéticas, como las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 (también asociadas al cáncer de mama), también pueden aumentar el riesgo.

Historial reproductivo: Las mujeres que nunca han estado embarazadas, que tuvieron su primer período menstrual a una edad temprana o que entraron en la menopausia a una edad tardía tienen un mayor riesgo.

Síndrome de Lynch: Este síndrome hereditario aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de endometrio.

Diabetes tipo 2: Las mujeres con diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de endometrio, posiblemente debido a los altos niveles de insulina en la sangre.

Factores de riesgo que se pueden modificar

Obesidad: El exceso de peso aumenta los niveles de estrógeno en el cuerpo, lo que puede aumentar el riesgo de cáncer de endometrio.

Terapia hormonal: El uso prolongado de terapia hormonal con estrógenos sin progesterona después de la menopausia aumenta significativamente el riesgo de cáncer de endometrio.

Dieta y ejercicio: Una dieta rica en grasas y baja en frutas y verduras, así como la falta de actividad física, pueden aumentar el riesgo.

Tabaquismo: Fumar aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de endometrio.

Síntomas del cáncer de endometrio

Prestar atención a cualquier cambio inusual en tu cuerpo es fundamental. Consulta a tu médico si experimentas alguno de los siguientes síntomas:

• Sangrado vaginal anormal: El síntoma más frecuente del cáncer de endometrio es el sangrado vaginal anormal.  Puede presentarse de diversas formas,  como sangrado entre períodos menstruales, sangrado posterior a la menopausia, manchado vaginal inusual o menstruaciones que son más abundantes o prolongadas de lo habitual.
• Puede manifestarse como sangrado entre períodos, sangrado después de la menopausia, períodos menstruales más abundantes o prolongados de lo normal, o manchado vaginal inusual.
• Secreción vaginal anormal: Puede ser acuosa, sanguinolenta o con mal olor.
• Dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales.
• Pérdida de peso inexplicable.
• Dolor en la parte baja del abdomen o la espalda.

Es esencial tener en cuenta que estos síntomas pueden ser el resultado de otras condiciones médicas, por lo que no necesariamente apuntan a un diagnóstico de cáncer de endometrio.

Sin embargo, es fundamental consultar a tu médico para obtener un diagnóstico preciso y descartar cualquier problema grave.

Diagnóstico del cáncer de endometrio

Si tu médico sospecha que podrías tener cáncer de endometrio, te recomendará una serie de pruebas y procedimientos para confirmar el diagnóstico:

Examen pélvico: El médico examinará manualmente tus órganos reproductivos para detectar cualquier anomalía en el tamaño, la forma o la textura del útero o los ovarios.

Ecografía transvaginal: Este procedimiento utiliza ondas sonoras para crear imágenes del útero y los ovarios. 

Se inserta un dispositivo delgado y en forma de varilla llamado transductor en la vagina, que emite ondas sonoras que rebotan en los órganos pélvicos. 

Las ondas sonoras reflejadas son procesadas por una computadora para crear imágenes en un monitor.

Biopsia endometrial: Esta prueba consiste en extraer una pequeña muestra de tejido del endometrio para examinar bajo un microscopio. Es la prueba más precisa para diagnosticar el cáncer de endometrio. 

La biopsia se puede realizar en el consultorio del médico utilizando un dispositivo delgado y flexible llamado histeroscopio, que se inserta a través del cuello uterino hasta el útero.

Histeroscopia: En este procedimiento, se inserta un instrumento delgado y con luz llamado histeroscopio a través de la vagina y el cuello uterino para visualizar el interior del útero. Esto permite al médico examinar el revestimiento del útero y tomar biopsias si es necesario.

Pruebas de imagen: Si se diagnostica cáncer de endometrio, se pueden realizar pruebas de imagen, como tomografías computarizadas, resonancias magnéticas o radiografías, para determinar si el cáncer se ha propagado a otras partes del cuerpo.

Estadios del cáncer de endometrio

Si se diagnostica cáncer de endometrio, el siguiente paso es determinar el estadio de la enfermedad. 

El estadio se refiere al tamaño del tumor y si se ha propagado a otras partes del cuerpo. 

La estadificación ayuda a los médicos a determinar el <<<mejor curso de tratamiento y el pronóstico de la paciente.

Tratamiento del cáncer de endometrio

El tratamiento del cáncer de endometrio varía según el estadio de la enfermedad, la salud general de la paciente y sus preferencias personales. Las opciones de tratamiento incluyen:

Cirugía: La cirugía es el tratamiento más común para el cáncer de endometrio. El tipo de cirugía dependerá del estadio del cáncer. 

La histerectomía, que consiste en extirpar el útero y el cuello uterino, es el procedimiento quirúrgico más común para el cáncer de endometrio. 

En algunos casos, también se pueden extirpar los ovarios y las trompas de Falopio.

Radioterapia: La radioterapia utiliza rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas. 

Esta radiación puede aplicarse después de la cirugía para eliminar cualquier célula cancerosa remanente, o puede ser utilizada como tratamiento principal en caso de que la cirugía no sea una opción viable.

Quimioterapia: La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas. 

Se puede usar después de la cirugía para reducir el riesgo de recurrencia del cáncer, o se puede usar como tratamiento principal si el cáncer se ha propagado a otras partes del cuerpo.

Terapia hormonal: La terapia hormonal utiliza medicamentos para bloquear los efectos de las hormonas, como el estrógeno, que pueden estimular el crecimiento de las células cancerosas. Se puede usar después de la cirugía para reducir el riesgo de recurrencia del cáncer, o se puede usar como tratamiento principal si el cáncer se ha propagado a otras partes del cuerpo.

Terapia dirigida: La terapia dirigida emplea medicamentos que se enfocan en características específicas de las células cancerosas, y puede ser efectiva para inhibir el crecimiento y la diseminación del cáncer, al atacar componentes particulares de las células malignas.

Inmunoterapia: La inmunoterapia utiliza el propio sistema inmunitario del cuerpo para combatir el cáncer. Los medicamentos de inmunoterapia ayudan a fortalecer las defensas naturales del cuerpo contra el cáncer.

Prevención del cáncer de endometrio

Si bien no existe una forma segura de prevenir el cáncer de endometrio, hay algunas cosas que puedes hacer para reducir tu riesgo:

Mantén un peso saludable: Si tienes sobrepeso u obesidad, perder incluso una pequeña cantidad de peso puede reducir tu riesgo de cáncer de endometrio.

Haz ejercicio regularmente: Intenta hacer al menos 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana.

Come una dieta saludable: Elige una dieta rica en frutas, verduras y cereales integrales. Limita el consumo de grasas saturadas y trans, así como de alimentos procesados.

No fumes: Fumar aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de endometrio. Si fumas, deja de hacerlo.

Habla con tu médico sobre la terapia hormonal: Si estás considerando la terapia hormonal para aliviar los síntomas de la menopausia, habla con tu médico sobre los riesgos y beneficios. La terapia hormonal combinada (estrógeno y progesterona) puede ser una opción más segura que la terapia con estrógenos solos.

Conoce tus antecedentes familiares: Si tienes antecedentes familiares de cáncer de endometrio, cáncer de ovario o cáncer de colon, habla con tu médico sobre tu riesgo y las opciones de detección temprana.

Pronóstico y supervivencia

El pronóstico para el cáncer de endometrio depende de varios factores, incluyendo el estadio del cáncer en el momento del diagnóstico, el grado del tumor (qué tan anormales se ven las células cancerosas bajo el microscopio), la edad y la salud general de la paciente.

En general, el cáncer de endometrio detectado en sus primeras etapas tiene un buen pronóstico. 

Según la American Cancer Society, la tasa de supervivencia relativa a 5 años para el cáncer de endometrio localizado (estadio I) es del 96%. 

Esto significa que las mujeres con cáncer de endometrio en estadio I tienen un 96% de probabilidades de vivir al menos 5 años después del diagnóstico, en comparación con las mujeres sin cáncer de endometrio.

Sin embargo, el pronóstico empeora a medida que el cáncer se propaga a otras partes del cuerpo. 

La tasa de supervivencia relativa a 5 años para el cáncer de endometrio que se ha propagado a los ganglios linfáticos cercanos (estadio III) es del 72%, y para el cáncer de endometrio que se ha propagado a órganos distantes (estadio IV) es del 20%.

Cómo afrontar el diagnóstico

Recibir un diagnóstico de cáncer puede ser abrumador. Es normal sentir una variedad de emociones, como miedo, ansiedad, tristeza e ira. 

No hay una forma "correcta" de afrontar el diagnóstico, pero aquí hay algunos consejos que pueden ayudar:

- Infórmate sobre tu diagnóstico: Cuanto más sepas sobre el cáncer de endometrio, mejor podrás tomar decisiones informadas sobre tu tratamiento y cuidado.

- Busca apoyo: Habla con tu familia, amigos, un grupo de apoyo o un terapeuta sobre lo que estás pasando.

- Cuídate: Asegúrate de comer bien, dormir lo suficiente y hacer ejercicio regularmente.

- No tengas miedo de pedir ayuda: Si necesitas ayuda con las tareas del hogar, el cuidado de los niños o el transporte a las citas médicas, no dudes en pedírsela a tus seres queridos.

Recuerda que si tienes alguna pregunta o inquietud sobre el cáncer de endometrio, consulta a tu médico.

Instituto Nacional del Cáncer (2022). Tratamiento del cáncer de endometrio. En: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/uterino/paciente/tratamiento-endometrio-pdq