Los adenomas son tumores no cancerosos o benignos que se forman a partir del tejido epitelial, el cuál es el tejido que recubre los órganos y las glándulas. Al igual que la mayoría de los tumores benignos, los adenomas presentan un patrón de crecimiento lento.

Existen muchos tipos de adenomas según su localización. Normalmente crecen adyacentes a órganos glandulares (como las glándulas suprarrenales, paratiroides y pituitaria). 

Sin embargo, también pueden crecer en otras partes del cuerpo. Otros de los tipos de adenomas incluyen:

• Adenomas pleomórficos: crecen a partir de glándulas salivales
• Pólipos colorrectales: crecen a partir del epitelio del colon o recto
• Adenoma tiroideo
• Adenoma hepático
• Adenoma bronquial

Usualmente se descubren mediante un examen físico completo el cuál incluye análisis de sangre e historia médica.

En dicha historia se indican otros exámenes imagenológicos más específicos (como tomografías o resonancias) para poder localizar el tumor. 

Una vez ubicado se indica una biopsia, donde se toma una muestra y se analiza para confirmar la presencia de un adenoma.

Cuáles son las causas de un adenoma

Actualmente se desconocen las causas exactas. Sin embargo, ciertos factores pueden incrementar el riesgo de padecer esta condición. Algunos de estos son:

• Edad: son más propensos a desarrollarse entre los 30s y 40s.
• Etnia: personas afrodescendientes y judíos Asquenazi tienen un mayor riesgo de presentarlos.
• Sexo: ciertos tipos de adenomas son más comunes en mujeres.
• Factores genéticos: personas con condiciones genéticas como la neoplasia endocrina múltiple tipo 1 (MEN1) o la poliposis adenomatosa familiar (PAF) son más propensas a desarrollar adenomas.
  
  

Qué síntomas pueden presentarse

Los adenomas no suelen causar síntomas por sí solos. 

Sin embargo, algunos tienen la posibilidad de presentar complicaciones graves de salud para el paciente, sobre todo cuando son de gran tamaño o son adenomas funcionales.

Estos tumores crecen a partir de órganos glandulares. 

Estos órganos se encargan de producir y liberar hormonas al torrente sanguíneo, las cuales regulan muchas de las funciones del cuerpo.

La mayoría de los adenomas son no funcionales. En otras palabras, no producen hormonas. 

Sin embargo, existen algunos tumores que son funcionales. 

Esto quiere decir que tienen la capacidad de liberar hormonas, lo cuál puede conllevar a diferentes enfermedades.

Los síntomas pueden ser muy variables debido a que pueden desarrollarse en múltiples sitios del cuerpo. 

El tipo de síntoma depende de las características del adenoma, ya sea que se trate de un tumor de gran tamaño que interfiera con la función de alguna estructura importante o de un adenoma funcional.

En reglas generales, algunos de los síntomas que se pueden presentar son:

• Anemia
• Sangrado en el recto
• Cambios en hábitos intestinales
• Náuseas o vómitos
• Fatiga
• Dolor abdominal
• Dolores de cabeza
  
  

Posibles tratamientos

En la mayoría de los casos, los adenomas no representan un peligro real para la salud del paciente, especialmente cuando son pequeños y no funcionales. 

En esos casos se recomienda mantenerlos en observación.

No obstante, en casos más severos donde el tumor es de gran tamaño o está causando problemas hormonales, puede ser recomendable la prescripción de medicamentos para controlar los síntomas o cirugía para remover el tumor.

Para concluir, a pesar de que los adenomas son tumores benignos, es importante que sean monitoreados y tratados en caso de ser necesario. 

Esto se debe a que en ocasiones pueden ser considerados lesiones precancerígenas y representar un peligro real para el paciente.