¿Sabes cuál es la causa de la mayoría de las úlceras de estómago? La culpable es una bacteria llamada Helicobacter pylori (H. pylori). Pero… ¿sabes de dónde procede esta bacteria y cómo se transmite? En este artículo explicaremos qué es y cómo se contagia el Helicobacter pylori.
Antes de contarte más sobre el Helicobacter Pylori, te recordamos que mantener una buena salud digestiva es esencial para el bienestar general y la prevención de afecciones gástricas. Los hábitos saludables como una alimentación equilibrada y la actividad física pueden reducir las probabilidades de padecer enfermedades relacionadas al aparato digestivo.
Ahora sí, a continuación vamos a explicarte qué es el Helicobacter pylori y cómo se contagia.
El Helicobacter pylori, también llamado H. pylori, es un tipo de bacteria que puede infectar el revestimiento del estómago y provocar úlceras que dañan la mucosa gástrica y duodenal. Además, se ha asociado esta bacteria a un mayor riesgo de padecer otras afecciones gastrointestinales.
El Helicobacter pylori se considera un patógeno debido a su capacidad para propagarse fácilmente entre los individuos. Esto se explica en parte por su resistencia a las condiciones ácidas del estómago y su capacidad para atravesar las membranas mucosas de los seres humanos, ambos factores proporcionan múltiples medios potenciales de transmisión de un individuo a otro.
La bacteria Helicobacter Pylori generalmente se transmite de una persona a otra mediante el contacto directo con la saliva, el vómito o las heces. También puede propagarse a través de alimentos o agua contaminados. Aunque todavía no se conoce con exactitud cómo la Helicobacter pylori causa gastritis o úlceras pépticas en algunas personas, se sabe que su presencia está asociada a estas condiciones.
Por eso, aunque no siempre se puede evitar contraer H. pylori, las buenas prácticas de higiene reducen el riesgo de transmisión.
Las personas suelen infectarse con Helicobacter pylori durante la infancia y por lo general sus factores de riesgo están relacionados con las condiciones de vida.
Una infección por Helicobacter pylori puede causar inflamación en el estómago y el duodeno, lo que posteriormente puede provocar úlceras y dolor después de comer, molestias abdominales, náuseas e incluso vómitos.
Además, las infecciones por H. pylori que no se tratan a tiempo, pueden aumentar el riesgo de cáncer gástrico. Si sospechas de la presencia de esta bacteria, debes consultar a un médico para obtener el tratamiento adecuado.
La mayoría de las veces la infección por Helicobacter pylori no manifiesta signos de su presencia. Si bien se desconoce por qué muchas personas no desarrollan síntomas, se cree que es posible que algunas personas tengan una resistencia natural a los efectos nocivos de la bacteria.
Sin embargo, cuando se presentan signos y síntomas de la infección por Helicobacter pylori, suelen estar relacionados con una gastritis o una úlcera péptica e incluyen:
Si alguno de estos síntomas persiste durante más de dos semanas seguidas, es importante someterse a pruebas y tratamiento sin demora, sobre todo si los medicamentos de venta sin receta no alivian suficientemente el dolor o las molestias.
Si tu médico sospecha que podrías tener una infección por Helicobacter pylori, te recomendará realizar un análisis de heces, una prueba de aliento con urea o una biopsia para hacer un diagnóstico más preciso.
Saber si se tiene una infección activa por H. pylori es fundamental para poder atacar correctamente con opciones de tratamiento y garantizar su resolución antes de que surjan problemas digestivos más graves.
Las opciones de tratamiento para la infección por Helicobacter pylori pueden incluir antibióticos, que se prescriben y se toman por vía oral en forma de pastillas. Suelen combinarse con otro medicamento conocido como inhibidor de la bomba de protones, y ambos deben tomarse de forma constante para que el tratamiento sea eficaz.
Junto con los medicamentos se puede recomendar otras estrategias curativas, como evitar alimentos lácteos o fritos, mantenerse hidratado con abundante agua e incorporar más fibra a la dieta.
Es importante señalar que una persona infectada debe someterse a revisiones periódicas con su médico para asegurarse de que la bacteria ha sido completamente erradicada de su organismo.
Una infección bacteriana por Helicobacter Pylori sin tratar, puede causar graves problemas de salud. Afortunadamente, existen medidas preventivas para reducir el riesgo de contraer la infección.
Siguiendo estas estrategias, puedes ayudar a minimizar el riesgo de contagio con el Helicobacter pylori y recuerda que si notas la presencia de algunos signos o síntomas de infección, consulta con tu médico para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado para tu caso.